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"Messi»"y "Ronaldo"siembran la polémica en los encierros de San Fermín

La velocidad de los cabestros de la ganadería El Uno han sido el motivo de la «sentada» de los corredores en el quinto encierro de Pamplona

A la izq. imagen de uno de los encierros del año 2000. A la dcha., en los encierros de ayer los cabestros van escoltando a los bravos, impidiendo carreras emocionantes
A la izq. imagen de uno de los encierros del año 2000. A la dcha., en los encierros de ayer los cabestros van escoltando a los bravos, impidiendo carreras emocionanteslarazon

Entre el jolgorio y el miedo San Fermín este año está servido de polémica. La generada entre los corredores que vienen de todas partes de España, incluso del mundo, para disfrutar de este escaparate incomparable para correr encierros. Pamplona es capital de los encierros y del toro por todo lo cosechado históricamente y el resto que se hace aquí y allá se le quiere parecer. Pero este año, y ya empieza a llover sobre mojado, son los propios corredores los que andan con el disgusto a cuestas. El antideslizante que se usa sobre las calles de Pamplona desde hace quince años en el recorrido, en los famosos 875 metros de recorrido, y sobre todo la manada de bueyes que casi todas las mañanas lideran el encierro bloqueando a los corredores la cercanía con el toro. Una frontera de blindaje que quita toda la importancia, literatura y magia a exponer la vida y al sentido último de las carreras para los corredores.

Los corredores se medio buscan la vida y vemos que encuentran el toro por los laterales, pero parece ser que cada día se vuelve más complicado ver esa imagen mítica de un encierro y sobre todo aquí en el que el toro va por delante, justo detrás del corredor. De ahí que hayan sido los propios damnificados los que estén intentando motivar un cambio y alentando la protesta. Entre unos y otros buscan la unión más allá del desencanto diario una vez acabado cada día el encierro poco más allá de las ocho y dos minutos de la mañana. Datos significantes que analizaremos un poco más adelante. Vía mensaje telefónico o whatsApp se comunican de esta manera para coger fuerza: «Estimados amigos: es un clamor que el encierro actual está totalmente adulterado. Las quejas entre los que corremos son unánimes y por eso decimos basta de desnaturalizar el encierro. Para los que hemos conocido otro encierro donde los toros se podían correr, ponían emoción y hacían de este acto algo único e imprescindible, lo vivido estos últimos años nos resulta una farsa y un engaño. Basta de bueyes entrenados y ocupando el espacio del toro, basta de toros con un entrenamiento condicionado para ir en manada. Por todo ello, os animamos a sentaros en el suelo tres minutos antes de empezar cada encierro en modo de protesta cada uno en vuestro sitio y luego correr. Debemos exponer la queja unánime que existe entre los corredores y los seguidores de los encierros de San Fermín porque si no, el encierro dejará de tener interés, será un mero trámite y no el acto central de cada día. Si no hacemos nada, este será el encierro que dejaremos a nuestros hijos y poco a poco desaparecerá. Tenemos algo único, denfendámoslo».

Imagen de los toros del encierro de esta mañana, hermanados y escoltados por los cabestros

Basta acercarse al recorrido una vez acabado el encierro para darte cuenta de que el disgusto es generalizado: «Esto no tiene nada que ver con la autenticidad del encierro, no queremos heridos ni cogidas, pero sí la verdad de este espectáculo que es lo que mueve a los corredores a venir y a los espectadores a verlo. Si lo dulcificamos así, perderá emoción en muy poco tiempo», dice un veterano corredor a este medio.

Más allá de la sensación personal de los corredores, e incluso de las imágenes de cada mañana, hablan los datos y es cierto que cada encierro pasa por pocos segundos los dos minutos desde hace unos años y antes había varios encierros que se podían acercar con facilidad a los tres minutos de duración.

Este año se cumple diez de la última muerte en el encierro de Pamplona. Aquel corredor de Alcalá de Henares, Daniel Jimeno, que perdió la vida de una cornada en el cuello.

Enrique Maya, el alcalde de Pamplona ya ha admitido que está dispuesto a hablar sobre todo del tema de los cabestros, aunque ha aclarado que no va a “caer en el espectáculo puro y duro y en esos encierros de muchísimos minutos, jugándose la vida incluso falleciendo algunas personas por esos toros que se quedaban”. «Eso no es un objetivo del encierro, el objetivo es que el toro llegue a la plaza, que llegue con el mayor espectáculo posible dentro de la mayor seguridad posible y en eso vamos a seguir trabajado. Analizar sí, pero con rigor, con tranquilidad, tenemos tiempo», apuntó.

Mientras sigue alimentándose el debate, en la mañana de ayer, tanto «Messi» como «Ronaldo», de la ganadería madrileña El Uno, que ya son conocidos entre los corredores por su velocidad al ir abriendo paso a los toros hasta liderar la manada en innumerables ocasiones, fueron retirados del recorrido y llevados a descansar. Coincidía así con el primer día de la “sentada” de los corredores. Hay teorías para todo. Y de ahí que el ganadero haya argumentado desde el principio que él entrena a esos cabestros para cumplir esa misión y recuerda que esos toros se lidian por la tarde por los toreros. Todavía quedan días por delante. Y debate