Miel Solar Endesa, denominación de origen

Hace un año, arrancaba en la comarca turolense de Andorra el primer gran proyecto de transición justa de España , por el que se desmantela la central de carbón que había coronado la zona durante 40 años para dar paso a un gran proyecto de energías renovables, con la solar y la eólica como principales fuentes. Un plan que, más allá de la energía, contempla la transición social y económica.

Roberto González, apicultor de profesión, era uno de los más esperanzados con el proyecto, puesto que el plan elaborado por Endesa (y que resultó ganador de un concurso público del Estado) prevé la instalación de apiarios dentro de los parques solares, así como potenciar el turismo con visitas a las colmenas. «Haremos todo para potenciar la apicultura y las zonas especiales para las colmenas, que tendrán aromáticas justo delante para que las abejas puedan trabajar sin tener que irse muy lejos a buscar las flores», explicaba.

Multiplicar colmenas

La producción de González depende mucho de la temporada de lluvias. «Ha habido años que salen dos kilos de miel por colmena y este llevamos 40», aseguraba el año pasado. Pero antes de embarcarse en el proyecto, habló con otros apicultores de Carmona (Sevilla), pioneros en la producción de miel cerca de paneles solares, que le transmitieron sus buenos resultados.

Instalado en 2019, este apiario solar produce más de 500 kilos de miel al año gracias a las más de 80.000 abejas que viven por la zona que, además, está libre de pesticidas. «¿Por qué no va a pasar aquí también?», se preguntaba entonces González.

Y pasó. No solo en Andorra, sino también en Minglanilla (Cuenca). Tanto que Endesa ha conseguido que la miel que se produce en estas instalaciones de energía renovable tenga una denominación de origen certificada (Miel Solar de Endesa) que se está extendiendo a otras zonas de España.

A la hora de poner en marcha estas instalaciones, Endesa cuenta con la colaboración y el conocimiento de apicultores locales que apuestan por esta nueva forma de producir miel ecológica y solar. El objetivo de la compañía es seguir desarrollando nuevos proyectos en 2024 hasta alcanzar los 15 apiarios solares en España con proyección de seguir creciendo en 2025 con siete instalaciones más. Asimismo, estas iniciativas conllevan que entre el 5 % y el 10 % de la miel sea adquirida por comercios locales para la elaboración de productos artesanales (como el convento de Santa Clara de Carmona, cuyas monjas emplean esta Miel Solar de Endesa para la producción de sus dulces) o el impulso de otras actividades, como las mencionadas anteriormente relacionadas con el turismo.

Para los propios apicultores supone también una fuente de crecimiento. Así, en el caso de Andorra, González había creado ya un puesto de trabajo con la creación de este primer apiario. Con el primer parque solar de la zona se preveían la instalación de cien colmenas y aunque este apicultor se mostraba prudente, reconocía que «hablamos de muchas colmenas y mucho personal».

Sostenibilidad amplia

En la apuesta por la sostenibilidad, los planes de Endesa se basan en cuatro pilares: energético, empleo, desarrollo más tradicional y formación. «Esta patente de Miel Solar de Endesa es el reconocimiento a una apuesta de la compañía por la sostenibilidad que demuestra la compatibilidad de usos del suelo para el sector industrial y primario, porque no se compite por su uso, se comparte, logrando beneficios para todos bajo un enfoque de creación de valor compartido», comenta Inmaculada Fiteni, responsable de sostenibilidad de Endesa.

El uso del suelo para la instalación de paneles solares no excluye que pueda ser dinamizador de otras fuentes de riqueza, siendo respetuosos con la tradición local. Así, en otro ejemplo de esta sostenibilidad, el Centro El Alcázar de Carmona (de referencia en la zona para personas con discapacidad), participó en la tornillería de los paneles solares en la construcción y se ha encargado del diseño del etiquetado de los envases para la miel. Mientras, los apiarios solares de Endesa también se están empleado como espacios formativos para desarrollar talleres de apicultura en los que se estudia el uso de tecnologías para mejorar la productividad, entre otras cuestiones. No en vano, El Rincón de la Abeja tiene instalados varios sensores en las colmenas con los que se están llevando a cabo proyectos de seguimiento medioambiental para identificar la proliferación de especies animales en el entorno de las plantas solares.