Salud y bienestar

¿Es bueno comer fruta fuera de temporada?

Comer frutas fuera de temporada puede alterar el reloj biológico, afectando la calidad del sueño y aumentando el riesgo de enfermedades crónicas

Frutas de invierno para sumar a tu dieta y aprovechar todos sus beneficios
Frutas de invierno para sumar a tu dieta y aprovechar todos sus beneficiosLa RazónLa Razón

Ya no es suficiente conocer las propiedades saludables de una fruta, ya que su consumo fuera de temporada puede no ser lo más saludable. La frase "Hay que comer fruta de temporada" adquiere fuerza no solo por su impacto en la salud, sino también en el medio ambiente. Para no perder las propiedades nutricionales de cada fruta, es aconsejable consultar el calendario de temporadas de frutas y verduras.

Comer frutas modula la funcionalidad del organismo de manera diferente según si se consume en la época correspondiente o fuera de temporada. Esto se debe al reloj molecular que los mamíferos poseemos, permitiéndonos adaptar el metabolismo celular según la estación del año.

Consumir frutas fuera de su tiempo de maduración también tiene un impacto medioambiental. Fuera de temporada, el proceso de cultivo se vuelve más artificial, utilizando luces artificiales, fertilizantes y otros productos químicos. Según datos de Naciones Unidas, el 29% de las emisiones de gases de efecto invernadero está relacionado con la producción y consumo de productos agrícolas, y se desperdicia el 35% de los alimentos a nivel mundial.

Los polifenoles son la clave de este fenómeno. Investigaciones recientes han demostrado que el consumo de frutas y verduras con alto contenido de polifenoles afecta al cuerpo de manera diferente según si se consumen en temporada o fuera de ella. Estos compuestos, presentes en muchos alimentos, poseen propiedades antioxidantes y antiinflamatorias cuando se consumen en su tiempo adecuado. Sin embargo, estudios en animales sugieren que comer frutas fuera de temporada puede alterar el reloj biológico, afectando la calidad del sueño y aumentando el riesgo de enfermedades crónicas.