Viaje a Bélgica ¡Vamos que nos vamos!

Las previsiones del tiempo dan fresquito, pero no necesitamos que salga el sol ya que ni nos enteraremos. Pensad que haríamos una maleta pequeña y ligera. Hay que llevar ropa cómoda, zapatos con suela de goma preferiblemente, algunas camisetas y sin olvidar un rico y calentito sweter, un chubasquero y una libreta para apuntarnos todo lo que vamos ir viendo (además de los videos y fotos que iremos tomando)

Volamos directamente a Bruselas que es una ciudad para disfrutarla. Nos instalamos, o mejor dicho, lanzamos en las camas del hotel las maletas y nos vamos directamente a la calle que aquí oscurece muy pronto. Llegamos directamente a la Grand Place. La joya de la corona de la capital belga. Te quedarás impresionado por su majestuosidad. Es como un espacio para rodar una película de ensueño. Es considerada una de los lugares más bonitos del mundo. Es Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1998. Imponente cada vez que se visita. Nunca te cansarás de disfrutarla.En este enlace podéis verla “live”

Antes de recorrerla, poneros los cascos, subid el volumen de vuestro dispositivo. Mientras vamos caminando, empapandonos de este mágico, ambiente escuchamos a uno de sus cantantes, Will Tura, un clásico que los belgas flamencos adoran o si prefieres la música en francés, te puede acompañar en el paseo Plastic Bertrand con su canción super ad-hoc para nuestro plan “Sa plan pour moi”.

La preciosa Grand Place tiene una gran historia, que comienza en el siglo XI. Fue un mercado. El edificio del Ayuntamiento, fue construido en 1401 y 1411 y los empresarios con mayor poder adquisitivo, empezaron a construir allí sus casas. En 1695 el Rey de Francia Luis XIV, dio orden de disparar. El centro quedó arrasado, pero se mantuvo la Fachada del Ayuntamiento y el campanario. Más adelante lo reconstruyeron creando la plaza. Alrededor, siempre hay mucho ambiente en los bares y los restaurantes. A los belgas no les falla su momento para beber cerveza, la bebida por excelencia del país.

Después de este bonito paseo, ya es hora de ir pensando en la comida de hoy, no perdamos un minuto más y caminemos hacia la zona en donde están los restaurantes más típicos del centro. Uno de los más clásicos es Chez Leon. Ellos dicen que es el lugar más bruselense del mundo, y puede que tengan razón. Preparemos una típica comida o cena belga sin salir de casa. Uno de los platos que vienen genial en estos días, son los mejillones al vapor típicos belgas. Son económicos, sanos y fáciles de hacer. Mirad el video para mirar la pinta que tienen, sin dejar de escuchar este pedazo de canción ...Marijke

Si los belgas saben hacer bien, es comer. Son grandes gourmets.

Cuando no se conoce el país, al principio es complicado elegir qué comer en Bélgica, y si es uno de los que no come mantequilla o platos con salsas muy elaboradas, la cosa de pone difícil, porque uno de los ingredientes indispensables en la comida de los belgas, es la mantequilla, pero como también hay personas que prefieren comer más ligero, esto se puede comer y es delicioso y sano.

La ensalada de crevette grise. Hay muchas recetas, para los belgas es la mayor de las delicias. Las gambas grises solo se encuentran en el mar del norte, es la única desventaja de hacerlas estando fuera de Bélgica, pero la podemos hacer con quisquillas o gambas pequeñas arroceras.

Pero no nos vamos a quedar en Bruselas, iremos directamente a una de las ciudades más bonitas y animadas de Bélgica.

Gante

El ambiente en las calles, en las ciudades en donde hay universidades, se nota. Es probablemente la razón por la que Gante es una de las más animadas.

Y como la ciudad no para, no es fácil encontrar un rincón agradable en donde podamos comer rico y tranquilos. La buena noticia es que sí existe, pero además, su propietaria Pauline Vyncke, conoce los gustos españoles y también habla español. Escucharla y conoce su lugar Jetje

Comed rico y tranquilos.

Os dejo que preparéis la comida y prometo dedicarle a Gante todo un espacio.

Heerlijk!!