Destinos
Una escapada a Zagreb, «la pequeña Viena»
La capital de Croacia, amable para el viajero, es una mezcla equilibrada y fascinante de Europa occidental y oriental.
¿Busca un destino atractivo que, lejos del turismo de masas, ofrezca el encanto de lo que está aún por descubrir? Sin duda, Zagret, la capital de Croacia, es uno de ellos. Esta fascinante ciudad es una mezcla equilibrada y perfecta de Europa Occidental y Oriental, y es una opción ideal para una escapada de unos días.
Sus orígenes se remontan a 1094, y en la actualidad, Zagreb transmite su legado medieval de pequeña ciudad, acogedora y amable con el visitante, sin embargo, su reducido tamaño no hace que esté exenta de innumerables sorpresas para aquellos viajeros que deciden visitarla: interesantes museos, majestuosas muestras de arquitectura y diseño y una apasionada vida al aire libre, sin faltar, por supuesto, su exquisita gastronomía. Todo ello hace de la capital croata un destino más que apetecible.
Esencia medieval
Zagreb se divide en dos: la Ciudad Alta, la parte más antigua y monumental de la urbe, y la Ciudad Baja. Empezaremos por la primera, allí donde se concentra su esencia histórica. El epicentro de la Ciudad Alta es la Plaza Markov, presidida por el que es el edificio del Parlamento croata y por la Iglesia de San Marcos, una construcción originaria del siglo XIII que se alza como uno de los edificios más emblemáticos, cuyos símbolos más reconocibles, además de las vidrieras, son su portal gótico con varias efigies colocadas en hornacinas y un colorido tejado en el que se exhiben los escudos del reino unificado de Dalmacia, Croacia y Eslavonia y el de Zagreb. Otro de los lugares imprescindibles en la Ciudad Alta es la torre Lotrscak o Torre de los Ladrones, un torreón defensivo construido en la Edad Media que ofrece una impresionante panorámica de Zagreb, dejando en el espectador una visión inolvidable; cabe destacar como curiosidad que esta torre cuenta con un cañón que se dispara todos los días al mediodía para celebrar que ha pasado un día más.
En nuestro recorrido por la Ciudad Alta de Zagreb, y más concretamente en el barrio de Kaptol, merece la pena también detenerse, por lo imponente de su construcción, en la Catedral de la Asunción, cuyo origen se remonta al año 1040, aunque fue en el siglo XIII cuando se concluyó, de hecho, es el edificio sacro más monumental en estilo gótico al sureste de los Alpes. Muy cerca de la catedral, a escasos diez minutos andando, se encontrará con la calle más vibrante de Zagreb: la calle Tkalčićeva, repleta de bares y restaurantes; aquí también se halla la estatua de Marija Jurić Zagorka, una escritora muy apreciada por los locales y una gran activista que luchó por los derechos de las mujeres. Así mismo, en el centro histórico se ubica el popular Mercado Dolac, un amplio espacio en pleno centro donde encontrará comida típica, souvenirs, flores e incluso ropa.
Parques, museos y excursiones
Hasta ahora nos hemos centrado en la zona más histórica, en la que es la Ciudad Alta, pero no puede faltar un paseo por la Ciudad Baja. En ella podemos disfrutar del Parque Zrinjevac, ideal para verlo en cualquier época del año: en invierno lo bañará una bonita capa de nieve, mientras que en otoño lo decorarán los tonos cálidos, una imagen tan preciosa que resulta imposible de olvidar. Igual de recomendable es disfrutar de los otros parques que conforman la denominada Herradura de Lenuci, pero destaca, por su belleza y por ser un auténtico oasis de paz, el Jardín Botánico. En esta zona se puede ver el interesante Museo Etnográfico de Zagreb; el Museo Arqueológico de Zagreb; el Museo Mimara —con casi 4.000 obras de importantes artistas, entre ellos, Velázquez y Tiziano— y el imponente edificio del Teatro Nacional Croata, del que destaca su color amarillo y su monumental diseño arquitectónico. De similar estilo, y junto a la estación de trenes, se encuentra el Pabellón del Arte de Zagreb, el cual funciona como galería para grandes exposiciones de arte.
Para finalizar, y si se dispone de tiempo, una actividad muy recomendable es hacer una excursión a los Lagos de Pltivice o al Monte Medvendica, una zona boscosa perfecta para relajarse y conectar con la naturaleza, ya que hay cascadas, una cueva e incluso un fuerte del siglo XIII que ofrece una impresionante vista panorámica de Zagreb.
Resumiendo lo descrito, se puede afirmar sin lugar a dudas, que Zagreb es una urbe que merece la pena visitar, que se caracteriza por ser una ciudad alejada del turismo de masas y que los amantes de los viajes deberían incluirla en su lista de destinos obligados, pues sus atractivos son únicos en el mundo y las experiencias que ofrece hacen que conocerla sea muy enriquecedor a todos los niveles.
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