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El Baluarte, Premio Fundación Casas Históricas y Singulares

El centenario enclave toledano, galardonado junto al Palacio de Meres y la Casa de las Cuatro Torres

Marina Benayas recibe el Premio Fundación Casas Históricas y Singulares
Marina Benayas, con el Premio Fundación Casas Históricas y SingularesJORGE BLÁZQUEZ TORIBIO LR

La Casa Rural El Baluarte de Novés (Toledo), acaba de recibir el Premio Especial Fundación de Casas Históricas y Singulares de España. Su propietaria, Marina Benayas, recogió el galardón durante un acto celebrado en Madrid el pasado martes.

La Fundación Casas Históricas y Singulares de España representa a más de mil propiedades históricas privadas a través de la Asociación de Propietarios de Casas Históricas y Singulares de España, nacida en 1984 para ayudar a los gestores y a los propietarios de estos bienes de interés cultural. La convocatoria tiene el objetivo de premiar la labor de conservación y mantenimiento de estos enclaves peculiares por sus características.

En su cuarta edición, Benayas ha recibido el reconocimiento por «la recuperación» de la casa rural de la que es titular, «un edificio de arquitectura tradicional en el que destacan los subterráneos», según ha considerado el jurado, y «en la que se ha realizado una obra que contribuye a dinamizar el territorio».

Muy satisfecha por haber sido elegida, Marina Benayas destaca que «la tierra de Castilla-La Manchasabe hacer las cosas bien, y en este caso, cómo poner en alza la restauración».

Interior de las rehabilitadas cuevas de El Baluarte
Interior de las rehabilitadas cuevas de El BaluarteLA RAZÓNLR

La Casa Rural El Baluarte, cuyo origen se remonta al siglo XV, nace de una «cuidada renovación» sobre una vivienda centenaria por la que desfilaron «personajes de la alta nobleza junto a literatos del Siglo de Oro» como Garcilaso de la Vega y Lope de Vega. Un próspero matrimonio de vecinos novesanos, los Benayas-Guerrero, adquirió una parte de la propiedad, sobre la que, con materiales de un antiguo palacio que se asentaba en el lugar, edificó la nueva vivienda.

Más recientemente, los Benayas-Guerrero, cosecheros de vino, adaptaron para bodega una antigua cueva del siglo XVI que se encontraba en el subsuelo de la casa y que alcanzó una capacidad de almacenamiento de 3.000 arrobas de vino. Tras una esmerada rehabilitación, ha recuperado su aspecto y componentes originales y constituye un elemento etnográfico de gran valor, accesible para huéspedes y visitantes.

Otros galardones de la Fundación han recaído en la Casa Museo Álvaro Cunqueiro de Mondoñedo; el Jardín Renacentista del Castillo Palacio de los Ribera, en Bornos (Cádiz); el Palacio de Meres (Asturias); la Casa de Solórzano (Cantabria); la Casa Benigalip (Alicante); el Hotel Wellington (Madrid); el Palacio Bucarelli (Sevilla) y la Casa de las Cuatro Torres (Cádiz).

Para Marina Benayas, el premio es «una oportunidad de reivindicar nuestros pueblos, que se están quedando vacíos porque no se fomenta la rehabilitación». Lamenta que «se creen localidades fantasma en su centro con una aglomeración de urbanizaciones en su entorno, masificadas», lo que «no es bueno, porque deforma nuestras costumbres y nuestro modo de ser».