El Stone & Music Festival enciende Mérida con el concierto de Ana Belén

Con el cielo de junio como telón y las piedras del Teatro Romano de Mérida como testigo, el Stone & Music Festival abrió anoche su décima edición con una de las grandes damas de la canción: Ana Belén. La artista madrileña emocionó al público con una actuación que fue mucho más que un concierto; fue una celebración de su regreso a los escenarios y de la historia viva que representa este enclave.

Veinticinco canciones, dos horas de emociones

Ana Belén ofreció un repertorio que repasó clásicos, piezas más recientes y temas que forman parte del imaginario colectivo, como La Puerta de Alcalá; Solo le pido a Dios; Desde mi libertad o España, camisa blanca de mi esperanza. Arropada por una banda dirigida por su hijo, David San José, la cantante llenó de calidez un espacio ya de por sí imponente.

La noche tuvo un momento especialmente simbólico: Ana Belén estampó su firma en la Vía Musicorum, el particular paseo de la fama musical emeritense, que rinde homenaje a quienes han marcado la historia del festival. Su nombre se suma así al de artistas tan dispares como Tom Jones, Andrea Bocelli, Deep Purple, Ludovico Einaudi o José Luis Perales.

Una programación de altura

La de Ana Belén fue solo la primera chispa de un cartel que este año reúne a una cuidada selección de nombres. Por las piedras del teatro pasarán en las próximas semanas Bryan Adams, Vanesa Martín, Raphael, Antonio Orozco, Il Volo, Viva Suecia, Roxette, Pecos y Lori Meyers.

El festival ha apostado por concentrar buena parte de sus fechas en junio, haciendo más accesible la presencia de artistas internacionales y ofreciendo a los asistentes una experiencia más compacta e intensa.

Un escenario único

No se trata solo de los nombres del cartel, sino del lugar en el que se les escucha. El Teatro Romano de Mérida, con más de dos mil años de historia, posee la mayor boca teatral de España y una de las más grandes de Europa. Un espacio al aire libre en el que cada acorde adquiere una dimensión distinta, reverberando entre columnas y graderíos milenarios.

A lo largo de estos diez años, el festival ha logrado lo que parecía casi imposible: que artistas nacionales e internacionales lo incluyan como parada soñada dentro de sus giras.

Una década de grandes nombres y emociones compartidas

El Stone & Music Festival ha crecido con ambición, pero sin perder la cercanía. Desde que comenzara su andadura en 2016, ha reunido a más de 200.000 espectadores y ha visto pasar por su escenario a artistas de géneros tan distintos como Gloria Gaynor, Les Luthiers, Ainhoa Arteta, Alejandro Sanz, Pablo López, Pablo Alborán, Vetusta Morla, Izal, Dani Martín, Amaral, The Black Crowes, Manuel Carrasco o Raphael, entre muchos otros.

Tras nueve ediciones completadas y una décima ya en marcha, el festival se ha consolidado como una de las citas culturales más importantes del verano en España. Su éxito no reside únicamente en su cartel, sino en su capacidad para transformar un monumento histórico en un espacio vivo, sin perder ni un gramo de respeto por su esencia.

Además del impacto cultural y turístico, el festival ha generado un notable retorno económico para la ciudad de Mérida, impulsando el sector hotelero, la hostelería y el comercio local.

Y al igual que el prestigioso Festival Internacional de Teatro Clásico, el Stone & Music ha logrado lo más difícil: convertirse en referente. Un festival que no necesita adornarse con artificios porque su mayor reclamo es, sencillamente, lo que es. Música con alma, en un lugar con historia.

No es solo un lema: es lo que ocurre cuando las luces se apagan y el silencio lo llena todo. Entonces, comienza el milagro: la magia de la creación y la interpretación. Un instante único que conecta emociones, historia y vida.