El streamer Johnny Somali se enfrenta hasta a 10 años de prisión por acoso sexual infantil

Si bien es cierto que en algunas situaciones los creadores de contenido protagonizan polémicas, como Westcol con sus últimas palabras sobre las mujeres y los homosexuales; o dan que hablar por su vida personal, como le está sucediendo últimamente a ElXokas y Zeling; hay otras circunstancias que van un paso más allá.

Uno de los ejemplos más recientes de streamers que parecen no saber dónde está el límite es Johnny Somali, un youtuber estadounidense del que puede que te suene el nombre por haber cometido sendas ilegalidades en su visita a Corea del Sur.

El creador de contenido se ha enfrentado a cargos por bailar delante de la Estatua de la Paz, acusar a los coreanos o causar caos en los negocios, pero lo cierto es que la causa más seria que le afronta es lade delito sexual infantil por una retransmisión en directo que realizó frente a un parque infantil.

Johnny Somali se enfrenta a una gran condena por reproducir "mensajes sexuales inapropiados" frente a menores

Los hechos tuvieron lugar el 30 de septiembre de 2024, cuando el creador de contenido se encontraba en el parque temático Lotte World, en el país asiático. En la cola de una de las atracciones, el streamerreprodujo un mensaje de voz afirmando que quería participar actos inapropiados con niños pequeños.

La seguridad se dio cuenta inmediatamente de lo que estaba sucediendo y reprendió y expulsó del lugar a Somali, que violó la Ley de Bienestar Infantil de Corea del Sur, concretamente en el artículo 17, que habla de “cometer acoso sexual contra un niño que pueda hacer que se sienta sexualmente avergonzado”.

De ser declarado culpable, el streamerse enfrentaría a diez años de cárcel con trabajos forzados o a una multa de alrededor de 34.000 dólares, que se sumarían a las posibles sanciones por el resto de causas abiertas contra su persona.

Lo cierto es que el juicio de Somali estaba previsto para el 9 de abril, pero este se ha pospuesto hasta mayo por nuevos cargos, por lo que parece que la situación del creador de contenido, lejos de resolverse, está empeorando cada vez más.