Nutrición

Las claves de la dieta de los japoneses centenarios: qué comen y qué no

Japón es el país del mundo con más esperanza de vida con una media que supera los 84 años

mujer japonesa asiática mayor
Mujer japonesaiStock

La dieta japonesa ha sido objeto de gran interés en estudios científicos debido a su diversidad y equilibrio nutricional, siendo reconocida por contribuir a la longevidad excepcional de la población japonesa. Esta alimentación está relacionada con la alta esperanza de vida en Japón, la mayor entre los países del G7.

Se ha descubierto que la clave de la longevidad de los ancianos japoneses radica no solo en su dieta, sino también en la actividad física que los acompaña. Japón se encuentra entre las Zonas Azules, donde la esperanza de vida es especialmente elevada.

El éxito de esta dieta se atribuye a patrones alimenticios como el bajo consumo de carne roja y grasas saturadas, y el alto consumo de pescado, productos de soja y bebidas no azucaradas como el té verde. Estos hábitos contribuyen significativamente a la salud cardiovascular y a la prevención del cáncer.

Los alimentos fundamentales en la dieta japonesa incluyen el tofu, miso, té verde y pescado, cada uno con beneficios para la salud. El tofu, rico en proteínas, hierro y calcio, es versátil y beneficioso para la reducción del riesgo de obesidad, diabetes y enfermedades cardíacas. El miso, un ingrediente clave en la cocina japonesa, ofrece proteínas, vitaminas y antioxidantes, beneficiando la digestión y reduciendo el riesgo de enfermedades.

El té verde, altamente valorado, provee antioxidantes, mejora la función cerebral y reduce el riesgo de cáncer y enfermedades cerebrales. Asimismo, el pescado, abundante en la dieta japonesa, proporciona ácidos grasos omega-3 que moderan los niveles de colesterol y la función cerebral.

La dieta japonesa también se caracteriza por la inclusión de una variedad de alimentos frescos y naturales, evitando los procesados y ultraprocesados. Estos hábitos alimentarios se asocia con una menor mortalidad ya favorece la salud general y la prevención de enfermedades.

Los pilares fundamentales de esta dieta incluyen el consumo diario de frutas y verduras, así como el uso de legumbres y alimentos ricos en fibra, así como proteínas vegetales.

Además, la importancia de comer despacio y masticar bien es un aspecto crucial en la dieta japonesa. Masticar bien y comer lentamente permiten una mejor digestión y asimilación de nutrientes. Estos hábitos, combinados con un estilo de vida saludable, son cruciales para alcanzar una buena calidad de vida y longevidad. El concepto de Hara Hachi Bu, que implica comer hasta el 80% de la capacidad estomacal, también forma parte de esta filosofía alimenticia, fomentando la saciedad y evitando indigestiones.