El truco casero que potencia el colágeno y rejuvenece la piel de tus manos hasta 20 años

Con el paso del tiempo, la piel de las manos suele ser una de las primeras en mostrar signos de envejecimiento. A diferencia del rostro, que muchas veces cuidamos con rutinas específicas, las manos quedan más expuestas a factores como el sol, el frío, los productos de limpieza o el lavado constante, lo que hace que pierdan hidratación, elasticidad y firmeza con mayor rapidez.

Aunque existen múltiples tratamientos estéticos para mejorar su aspecto, también es posible recurrir a soluciones caseras que ayudan a cuidarlas de forma natural. Algunos ingredientes que ya tenemos en casa, y que usamos a diario en la cocina, pueden convertirse en grandes aliados para nutrir la piel, suavizarla y activar la producción de colágeno, esa proteína clave para mantenerla tersa y luminosa.

Mascarilla con colágeno natural para hidratar y rejuvenecer tus manos

Esta fórmula combina frutas ricas en vitamina C, aceites vegetales y aloe vera para crear una mascarilla que aporta suavidad, elasticidad y un extra de hidratación. Su preparación es sencilla y puedes guardarla en la nevera para usarla varios días. Ideal para incorporar en tu rutina nocturna y darle a tus manos el cuidado que muchas veces olvidamos.

Ingredientes

• 5 fresas troceadas
• Cáscara de una naranja (en pedacitos)
• 1 1/2 cucharadas de aceite de coco
• 1 cucharada de aceite de almendras
• 1 cucharada de gel de aloe vera

Paso a paso

• Calienta a fuego lento el aceite de coco con el de almendras.
• Añade la cáscara de naranja y deja infusionar unos minutos.
• Retira del fuego, cuela y reserva el aceite.
• Machaca las fresas, mezcla con el aceite y añade el gel de aloe vera.
• Guarda la mezcla en un tarro de vidrio y refrigera.

Cómo aplicarla

Toma una pequeña cantidad de la mascarilla y aplícala sobre las manos limpias, asegurándote de cubrir bien la piel, incluyendo nudillos y cutículas. Masajea con movimientos circulares durante un par de minutos para activar la circulación y facilitar la absorción de los ingredientes. Déjala actuar durante 20 minutos mientras te relajas (puedes ponerte unos guantes finos de algodón si quieres potenciar el efecto). Pasado ese tiempo, retira con agua tibia y seca con una toalla suave. Lo ideal es aplicarla por la noche, antes de dormir, para que la piel aproveche el descanso nocturno y se regenere mejor. Puedes repetir este tratamiento dos veces por semana.