América Latina
Sao Paulo reactivará su economía ante la presión de los empresarios
El motor económico de Brasil anuncia una reapertura “consciente” de las actividades a partir del 1 de junio, una medida que ya comenzaron a implementar otras regiones del país desde esta semana
(EFE). Mientras que en Brasil aumentan vertiginosamente las muertes por el COVID-19 y estudios señalan que para agosto las víctimas pueden acercarse a las 90.000, Sao Paulo, el motor económico del país y epicentro de la pandemia, anunció este miércoles la reactivación “consciente” de las actividades.
La región más rica y poblada de Brasil, pero también la más afectada por la pandemia, optó por reactivar su economía y, a partir del 1 de junio, comenzará a relajar la cuarentena, una medida que ya comenzaron a implementar otras regiones del país desde esta semana, aunque las cifras por contagios en el país avanzan.
Con cerca 400.000 infectados cuando aún falta más de un mes para el pico de la curva de contagios, Brasil es el segundo país del mundo con mayor número de casos después de Estados Unidos y el sexto con más muertos, casi 25.000, la mayoría de ellos en Sao Paulo.
En esta región, donde viven unos 46 millones de personas, el 22 % de la población brasileña, se han registrado más de 86.000 contagios y cerca de 6.500 muertes. A pesar de las alarmantes cifras, la cuarentena impuesta desde hace dos meses en Sao Paulo por el gobernador Joao Doria nunca consiguió que la mayoría de la gente permaneciera en sus casas, algo que solo cumplió, en promedio diario, un 52 % de la población.
La reactivación de la economía ya estaba siendo barajada por Doria por la presión de los empresarios que claman por abrir sus negocios, una medida defendida desde el comienzo de la pandemia por el presidente Jair Bolsonaro, el gobernante más escéptico sobre el COVID-19, que llegó a considerar como una “gripita”. Considerada como el motor económico de Brasil, Sao Paulo responde por más de la tercera parte del PIB nacional y por casi el 40 % de la producción industrial de Brasil. Sin embargo, buena parte de las industrias tuvo que apagar motores y decretar vacaciones colectivas.
A eso se suma que la región paulista es un importante eslabón logístico para el abastecimiento del país, ya que allí opera el puerto de Santos, el mayor terminal marítimo de Latinoamérica. Pese al anuncio de reinicio de actividades, Doria admitió que puede dar “un paso atrás” en caso de que lo considere necesario para “proteger vidas”.
REAPERTURA CON ORIENTACIÓN CIENTÍFICA
La reapertura “consciente” de la economía paulista se dividirá en cinco fases y, de acuerdo con el gobernador, se producirá en aquellas regiones del estado en las que se registre una reducción consistente del número de casos y cuenten con camas disponibles en los hospitales públicos y privados.
“Esas fases seguirán la orientación de la ciencia, la medicina y la salud, y tenemos datos técnicos para permitir la gradual retomada” de la economía, dijo Doria al anunciar la medida, en una rueda de prensa en la que resaltó los avances conseguidos en los últimos dos meses gracias a la cuarentena.
De acuerdo con el gobierno regional, las medidas de aislamiento social adoptadas en Sao Paulo ayudaron a controlar la pandemia y permitieron salvar más de 60.000 vidas. La situación, sin embargo, preocupa a los expertos, ya que los estudios muestran que la curva de contagios por el COVID-19 en el país va a aumentar.
“Hemos visto que estamos con un número grande de casos, aumentando, y mientras sigamos con ese aumento creciente de casos, la curva será ascendente”, explicó a Efe la neumóloga Patricia Canto, de la Escuela Nacional de Salud Pública de Fiocruz, el principal centro de investigación en salud de Latinoamérica. De acuerdo con Canto, el virus comienza a concentrarse en el interior del país, en ciudades más pequeñas y carentes de servicios de salud con capacidad de atender casos graves.
CIUDADES AFLOJAN MEDIDAS Y VUELVEN AGLOMERACIONES
Sao Paulo no es la primera región del país que decide relajar la cuarentena, una medida que han venido adoptando paulatinamente otros estados con resultados no muy positivos. Este miércoles, Brasilia, la capital del país, registró largas filas de personas que con tapabocas esperaban la apertura de las puertas de los centros comerciales, tras ser autorizados a recibir público bajo estrictas medidas de seguridad.
Las aglomeraciones se concentraban en el Conjunto Nacional, la zona central de la ciudad, donde cientos de personas eran orientadas a permanecer distantes para evitar los contagios. Las multitudes también se vieron hoy en el estado de Maranhao, que desde esta semana comenzó un proceso “gradual y con seguridad” de liberación de las actividades económicas en el estado, que será realizado en etapas durante un período de 45 días.
En Sao Luis, la capital regional y primera ciudad del país en implementar el confinamiento absoluto el pasado 3 de mayo, las cosas no han salido como se esperaban y desde la víspera la gente continúa llenando las calles.
Los municipios de Niteroi y Duque de Caxias, ambos en el estado de Río de Janeiro, también ablandaron las cuarentenas, pero las aglomeraciones obligaron a cerrar los comercios en Duque de Caxias. Ya en la “cidade maravilhosa”, capital regional, se permitió el acceso a iglesias y cultos religiosos y se anunciaron más flexibilizaciones en los próximos días. Centros comerciales, peluquerías y otros comercios de Belo Horizonte también reabrieron el lunes, con largas filas y alboroto por parte de la población, pese al temor del equipo médico de la alcaldía con respecto a la flexibilización del aislamiento.
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