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Pérez Ganfornina: «Pactaríamos con el PSOE para evitar que la derecha gobierne en Andalucía»

“Dirigir una opción política que tiene ambición de ser alternativa en la comunidad sólo puede hacerse desde aquí y no desde Madrid... que no nos entendieran nuestros compañeros es inexplicable”, defiende el secretario Político y de Comunicación de Podemos Andalucía

Pablo Pérez Ganfornina, de Podemos Andalucia
Pablo Pérez Ganfornina, de Podemos AndaluciaManuel Olmedo

Es de barrio, de Sevilla. Licenciado en Geografía, en Antropología y con un máster en Ciudad y Arquitectura Sostenible, Pablo Pérez Ganfornina no pretende ensamblar un cargo político con otro. De hecho, confiesa a LA RAZÓN que de las revueltas estudiantiles contra el plan Bolonia paso a enrolarse en Podemos y hasta hoy, pero su cabeza contiene una aspiración: prepararse “las oposiciones" y ser "profesor de instituto”.

¿Se sentía Podemos Andalucía rehén del Podemos nacional?

Incompleto. No teníamos la capacidad de tomar nuestras propias decisiones en muchos ámbitos y la organización ha decidido de manera mayoritaria que había que ganar en autonomía. Dirigir una opción política que tiene ambición de ser alternativa en Andalucía, sólo puede hacerse desde aquí y no desde Madrid. Esto lo han leído todas las organizaciones, especialmente el PSOE que se ha llevado muchas décadas en el poder, y que no lo hiciera la nuestra, que no nos entendieran nuestros compañeros es algo inexplicable.

Quieren impulsar una fuerza andalucista, pero al andalucismo le han salido últimamente muchos pretendientes…

Al poder siempre le ha interesado que Andalucía no tuviera voz propia y hablar por ella, haciendo de ventrílocuo de sus reivindicaciones. El PSOE lo hizo en las últimas décadas, cogió el impulso y la energía del 4D y del 28F, lo transformó en otra cosa y silenció las demandas. Al andalucismo le salen pretendientes porque se es consciente de que, con la crisis territorial que hay en el Estado, o hablamos por nosotros mismos y cogemos de nuevo impulso, o Andalucía va a quedar en la segunda sino en la tercera división.

¿Se puede ser de izquierda radical y nacionalista?

No soy nacionalista, pero sí soberanista andaluz. Debemos exigir más capacidad de autogobierno, pero no en términos de principios, sino políticos. Miro los recursos naturales que tenemos y que podrían hacer de esta tierra un territorio puntero en energías renovables, y me araño la cara al ver que la propuesta que se hace desde los partidos del régimen es la de las grandes multinacionales para las que son otro nicho de mercado más. Si Andalucía tuviera soberanía energética, se crearían riqueza y empleo que se quedasen. Las empresas llegan, extraen la riqueza y se van, algunas sin pagar impuestos. Andalucía se merece más y hay muchas cosas que plantear.

¿Se refiere a «nacionalizar» empresas energéticas?

En este país se privatizaron las eléctricas para que con la competencia bajasen las facturas, se decía. Han subido y las eléctricas son las principales responsables de la crisis climática. Hay que recuperar los sectores estratégicos de la economía. O dicho de otra forma: ¿es posible un cambio de modelo productivo si la energía está en manos de Endesa, Iberdrola o Gas Natural? Creo que no. Abogamos por no poner en el centro su rentabilidad, sino las necesidades de la mayoría social. Tenemos energía solar, viento... Que Alemania produzca más renovables que Andalucía es una contradicción geográfica.

¿Temen que IU les eche un pulso o se descuelgue de Adelante? Valero ya ha advertido de que es de todos o de nadie…

Adelante es de todos los que quieran construirla y no sólo de las organizaciones que están en ella. Cuando lanzamos el proyecto lo hicimos con la vocación de un sujeto andaluz con un programa transformador. No era Unidas Podemos en Andalucía y lo que hay que procurar es mantener firmes los objetivos con los que la fundamos. Hicimos una campaña muy clara y hay un manifiesto, un programa y una línea política muy claras también. Entiendo que puede haber cambios de opinión. Si el Partido Comunista tiene ahora otra posición respecto a los cogobiernos u otro análisis o balance de lo que fue la experiencia de IU con el PSOE, lo respeto profundamente.

Ellos podrían decir que son ustedes los que han cambiado y anunciado un movimiento unilateralmente.

Hemos dicho siempre lo mismo desde 2014. Lanzamos el espacio de Podemos como alternativa al bipartidismo y desde las autonómicas que convocó Susana Díaz rompiendo el pacto con IU ya decidimos que éramos un dique a la derecha y teníamos que ser la alternativa al régimen, en este caso del PSOE, en Andalucía. Hasta el momento hemos anunciado que tenemos la misma vocación o más de construir Adelante, pero pensamos que no debemos seguir al frente de Podemos porque hay una cerrazón por parte de la dirección de Madrid de no aceptar lo que se decidió aquí. Lo importante es el paraguas común que aspiramos a desarrollar y que se lanzó con unas ideas. Si hay compañeros que ahora piensan otra cosa es legítimo, pero como lo es que los que defendemos las mismas ideas desde el principio sigamos dando pasos.

“Rodríguez es hoy la que mejor puede representar un proyecto andaluz. La firmeza con la que ha defendido determinadas políticas me hace sentir muy a gusto con ella al frente”

¿Los diputados han considerado entregar las actas que lograron desde Podemos?

Nos presentamos a dos primarias, una de Podemos y otra de Adelante, con un programa. No era un ‘pongo mi cara para cualquier idea’ tipo el ‘tengo unos principios y si no le gustan, otros’ de Groucho Marx. Teresa Rodríguez lideró una candidatura con unas ideas políticas y un programa a los que nos mantenemos fieles. Las actas siguen obedeciendo a eso, así es que no, claro que no.

Rodríguez ha afirmado que no quiere repetir como líder, ¿qué opina?

Lo que ha dicho demuestra su calidad humana y su nivel. No se autodecreta quién lidera un espacio político. Hemos hecho durante estos años una crítica muy dura a los hiperliderazgos porque pensamos que nos hacen más débiles y dependientes. A lo mejor lo que toca es dar el paso de liderazgos colectivos. El cartel de las elecciones europeas de Podemos con Pablo Iglesias, Tere, Villarejo –Carlos Jiménez–, Pablo Echenique... hablaba de equipo. Reivindicamos ese espíritu original de Podemos y portavocías colegiadas y rotativas.

Pero, ¿le gustaría que Rodríguez siguiera o no?

A día de hoy es la que mejor puede representar un proyecto andaluz. La firmeza con la que ha defendido determinadas políticas en el Parlamento estos años me hace sentir muy a gusto con ella al frente. Aunque lo que más me gustaría es que el proyecto colectivo de Adelante pesara más que cualquier persona o cargo.

¿Se postularía como relevo?

No tengo ninguna ambición en ese sentido.

“Si el Partido Comunista tiene ahora otra posición respecto a los cogobiernos u otro análisis o balance de lo que fue la experiencia de IzquierdaUnida con el PSOE, lo respeto profundamente”

¿El alcalde de Cádiz, José María González, podría tener un papel significativo en esa dirección coral?

Ya lo tiene. No podemos imaginarnos un proyecto alternativo en Andalucía sin pensar en Cádiz donde hemos remunicipalizado servicios, saneado las cuentas públicas... El alcalde llegó en la ola de otros gobiernos en ayuntamientos del Estado, pero hoy ya no son tantos y el faro del sur sigue alumbrando y de manera coherente, con errores, pero con mucha luz.

Pablo Pérez Ganfornina
Pablo Pérez GanforninaManuel Olmedo

El portavoz de la Junta, Elías Bendodo, asevera que en Andalucía no hay oposición al estar centrada en sus peleas internas, ¿algo que decirle?

El PP tiene la oportunidad de mantenerse en el poder y está intentando aprovecharla, pero él y el equipo de Moreno Bonilla no pueden hablar de que no hayan tenido tensiones en el PP. No entraré en las crisis internas de otros, pero todo el mundo sabe que Moreno no era de Casado y que está por un proyecto más Feijóo, aunque éste ha dicho que no pactaría con Vox en Galicia y aquí el PP y Bendodo no tienen ningún problema en aliarse con la extrema derecha.

“Teresa Rodríguez lideró una candidatura con unas ideas políticas y un programa a los que nos mantenemos fieles. Las actas siguen obedeciendo a eso, así es que no, claro que no (las entregaremos)”

¿Y qué harán si tras las próximas elecciones para evitar que la derecha gobierne en Andalucía vuelve a ser necesario pactar con el PSOE, como han hecho en Madrid?

Pactaríamos. Tenemos un conflicto con la dirección del PSOE, pero no con su base electoral. No como para cerrar la puerta a mi vecino Paco que vota a ese partido de toda la vida por los motivos que sean, pero cuando hablamos de política está más de acuerdo conmigo, que con lo que ha votado Díaz durante años y con lo que hace el PSOE aquí, en España y en Bruselas.

Entiendo que sin entrar en el Ejecutivo, después de la crítica a Iglesias, ¿no?

Claro. Por lo que se ha trasladado en los medios parece que no queramos llegar a acuerdos con nadie que no piense como nosotros, pero sólo con mirar el diario de sesiones del Parlamento andaluz los últimos cinco años se ve que nos hemos puesto de acuerdo con el PSOE muchas veces, en la ley LGTBI, en servicios sociales, caminos públicos... El problema es compartir un Gobierno con quien no está dispuesto a hacer políticas que cambien de manera estructural la vida de la gente. Miguel Urbán lo ha explicado muy bien estos días: aspiramos a gobernar Andalucía y este país, pero con nuestras políticas, no con las del PSOE. Pensamos que las renuncias de la izquierda es abonar el terreno para que surja la extrema derecha. Pasó en Francia, en Italia, aquí... Entre la copia y el original la gente se queda con éste, y no vinimos para eso. Proponemos lo que se ha hecho en Portugal, condicionar desde fuera al Gobierno. El PSOE sólo cambia de políticas cuando tiene un competidor fuerte a la izquierda. Si lo tiene domesticado, subordinado, se hace más fuerte.

¿Cómo valora las primeras medidas puestas en marcha por el Gobierno de coalición estatal?

Depende, algunas me parecen muy buenas y acertadas y otras insuficientes o equivocadas.

¿Cuáles?

La subida del SMI es acertada después de años de alzas en los precios de la vida sin salarios mejores, aunque somos conscientes de que no tendrá un impacto inmediato en la vida de la gente porque mucha no tiene contrato, convenio... Hace falta mucho más, pero es una buena medida porque pone en el centro la redistribución de la riqueza y se empieza a hablar de que no siempre paguen los mismos. Otras me parecen insuficientes. Creo que hay que derogar las dos reformas laborales enteras para mejorar las condiciones de los trabajadores, por ejemplo. Y se ha anunciado que pasa de procedente a improcedente el despido por baja por enfermedad y es insuficiente, lo que toca es que sea nulo. No puede despedirse a quien está enfermo y lo justifica. Hacer bombo con medidas que no tienen tanto calado llegará a la gente y ésta no es tonta. El Gobierno tiene que hacer reformas no reformistas, sino que impliquen otras que generen un marco de posibilidad distinto. Ésa es la perspectiva anticapitalista y no sé como en este momento se puede pensar que es utopía y no plantearnos medidas drásticas que toquen pilares de un sistema que está haciendo polvo derechos fundamentales, servicios públicos y el medio ambiente.