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El Ayuntamiento de Córdoba no tiene inscrito el recinto ferial ni El Arcángel

El alcalde señala que esta situación irregular, que debía estar solventada desde hace veintidós años, se ha descubierto al investigar sobre el uso del estadio por parte del Córdoba CF, “cuando el que está en precario es el Ayuntamiento”

La Guardia Civil detiene al presidente del Córdoba
Agentes de la Guardia Civil junto al Estadio Municipal "Nuevo Arcángel"SalasEFE

El alcalde de Córdoba, José María Bellido (PP), ha desvelado este lunes que el Ayuntamiento no es propietario legal ni tiene registrado a su nombre ni el recinto ferial de El Arenal, con unas treinta hectáreas de extensión, ni el estadio municipal del Arcángel, sobre 45.240 metros cuadrados.

Bellido señaló en una rueda de prensa que esta situación irregular, que debía estar solventada desde hace veintidós años, se ha descubierto cuando se ha empezado a trabajar para resolver lo que se entendía que era una situación en precario sobre el uso del Córdoba CF sobre el estadio, “cuando el que está en precario es el Ayuntamiento”.

El suelo del estadio está inscrito a favor de la empresa Hansa Urbana, SA, sucesora de Finacom, que fue la que ejecutó la obra del estadio sobre los terrenos que posteriormente le expropió de manera pactada el Ayuntamiento en el contexto de un convenio urbanístico.

En el caso de estos terrenos aún se adeudan por esta expropiación, según se ha sabido ahora, 5.609,98 euros del total del justiprecio establecido en 1992, que se elevó a 105.784,35 euros.

El regidor, que renunció a pedir responsabilidades políticas por este hecho, afirmó que, junto a esta realidad y a la no inscripción del suelo del recinto ferial, se superponen otras tres situaciones irregulares.

La primera es que la obra que se realizó anexa al estadio en 2004 por la disuelta empresa municipal ProCórdoba, donde se construyó una estructura sólo acabada en parte para oficinas y almacenes, tampoco está declarada registralmente como obra nueva, por lo que legalmente no existe.

Además, el uso inscrito del edificio que alberga al campo de fútbol, únicamente deportivo, “no se corresponde a la realidad”, ya que, tal y como apuntó Bellido, “es evidente que es el deportivo, el de oficinas y el de almacén”.

Por último, el proyecto inconcluso de la edificación anexa al estadio, donde se prevé un hotel y que da una forma circular al edificio, invade la finca registral de la que se segregó, ya que la instalación deportiva tiene su propia inscripción.

La Junta de Gobierno Local aprobó hoy iniciar el procedimiento para subsanar estas irregularidades tras un año de trabajos, por lo que para el alcalde de Córdoba, “hemos dado un paso firme para dejar de estar en precario, para ordenar la situación del Ayuntamiento y que es imprescindible si queremos ordenar a futuro la relación del Ayuntamiento, Estadio Municipal del Arcángel y Córdoba CF, junto con los usos que puede tener añadidos tanto el estado como el recinto del Arenal”.

Para ello, el Ayuntamiento va a declarar en el Registro de la Propiedad toda la obra nueva hecha desde 2004 dentro del proyecto de remodelación del estadio que aún está sin culminar, además de constituir una comunidad de propiedad horizontal para poder diferenciar los usos y hacer, en su día, concesiones demaniales “de las partes que fueran necesarias”.

“Es decir, nos desbloquea la posibilidad de hacer una concesión demanial con el Córdoba CF, si es lo que así se estima, o sacar a concurso público en una concesión el estadio de fútbol, o, por ejemplo, sacar a concesión también las oficinas que están sin terminar, lo que hasta hoy es imposible esta situación no está regularizada” dijo el alcalde.

El Ayuntamiento adquirió por permuta en junio de 1993 el estadio a Finacom, la empresa con la que el gobierno municipal de Herminio Trigo, entonces alcalde de IU y hoy militante del PSOE, acordó una operación urbanística, que incluía la construcción de la instalación deportiva en una nueva ubicación y un centro comercial sobre el suelo que liberaba el antiguo campo de fútbol, un proceso que fue investigado en el Juzgado de Instrucción número 3 de Córdoba durante meses, que acabó archivando las diligencias. EFE

avc/vg