Cabalgatas de ilusión y responsabilidad por la pandemia

Los Reyes Magos recorrieron las calles de la mayoría de las ciudades y pueblos andaluces en las tradicionales cabalgatas, que se recuperaron con formatos distintos y adaptados a la pandemia. El uso de las mascarillas y los recorridos por avenidas amplias para evitar aglomeraciones fueron la tónica de los cortejos, evitando algunos de ellos, como el de Córdoba, los caramelos, un reclamo habitual para niños y mayores.

En Sevilla, las carrozas salieron del Rectorado de la Universidad de Sevilla, como viene ocurriendo en los últimos años, bordeando posteriormente el centro con vallas y mucha seguridad. Como novedad, el desfile discurrió por la calle Torneo, evitando las calles más estrechas.

La cabalgata de Málaga partió del ayuntamiento, con 13 carrozas y 7.000 kilos de caramelos. Desde el consistorio, Melchor, Gaspar y Baltasar se dirigieron a los niños de la ciudad, animándoles a seguir siendo «igual de buenos» durante todo el año. En Torremolinos, la cabalgata se sustituyó por carpas ubicadas en tres plazas y en Alhaurín de la Torre, Casabermeja o Fuengirola se suspendieron por el aumento de los contagios.

En Huelva, antes de subirse a las carrozas, Sus Majestades visitaron las residencias de mayores y hospitales de la ciudad. Los Reyes destacaron la «gran labor» de las personas que trabajan en estos centros «atendiendo a personas que se encuentran impedidas», así como la emoción que les despierta poder acudir a visitarlos «en una jornada tan bonita y especial». Luego, fueron recibidos en el ayuntamiento por el alcalde, Gabriel Cruz, y posteriormente recorrieron las calles de la ciudad. Se da la circunstancia de que la cabalgata onubense cumplía cien años, por lo que las carrozas y el cortejo era más vistoso.

En Almería se optó por recuperar el desfile con modificaciones en el recorrido original para prescindir de la recepción que realizan Sus Majestades en el conjunto monumental de la Alcazaba y su paseo en camello hasta la Plaza Vieja, para iniciar el desfile directamente en la Rambla Federico García Lorca. Los Reyes Magos enviaron su saludo desde el balcón principal del ayuntamiento y, una hora después, iniciaron el desfile de carrozas desde las que tiraron caramelos a los niños de Almería.

En Cádiz, el ayuntamiento decidió que no se tirarían caramelos, al igual que en Córdoba. El cortejo cordobés discurrió por un itinerario de cinco kilómetros, con el objetivo de que el público se repartiera por las calles y evitar grandes concentraciones.

En Granada, la cabalgata pasaba de tener un itinerario de dos kilómetros por el centro de la ciudad, como era tradicional, a otro de ocho en el que las carrozas recorrieron de sur a norte la capital del Darro por vías amplias. El año pasado se optó por una cabalgata simbólica en autobús. El desfile salió de la calle Salvador Allende, junto al Palacio de Deportes, y finalizó en el complejo municipal de Mondragones.

La cabalgata jiennense amplió igualmente su recorrido: un total de cinco kilómetros llenos de ilusión y alegría. Sus integrantes repartieron 6.000 kilos de caramelos. Previamente, Melchor, Gaspar y Baltasar fueron recibidos en el ayuntamiento por el alcalde, Julio Millán. «Pedimos, como no puede ser de otra manera para esta ciudad y para el resto del mundo, que acabemos con esta situación pandémica, que desgraciadamente se sigue llevando tantas vidas», aseguró el regidor. Por su parte, Melchor agradeció el recibimiento al alcalde y a la corporación municipal. «Porque nosotros venimos siguiendo la estrella de Belén pero nunca hemos olvidado la estrella eterna de esta ciudad bella ciudad de luz y de la luz de su gente». Tras la recepción en el salón de plenos del ayuntamiento, los asistentes se dirigieron a la cercana Catedral. Allí, el obispo de la Diócesis, Sebastián Chica, los recibió y participaron de la adoración al Niño Jesús. Singular fue el villancico con el que el Rey Gaspar quiso agradecer a los niños que mantengan el espíritu de la Navidad.