Comprometidos con Talía

Por estas cosas del azar, el teatro Lope de Vega acogió durante dos fines de semana consecutivos sendas obras de teatro cuyo reparto estaba encabezado por una figura del cine andaluz, Antonio de la Torre (en “Un hombre de paso”) y Belén Cuesta (en “El hombre almohada”). Curiosamente, los dos protagonizaron “La trinchera infinita”, por la que fueron nominados al Goya aunque finalmente solo ella se alzara con el galardón hace dos años. Poseedores de una reconocida trayectoria en cine, ambos han decidido apostar por subirse al escenario como muestra de su compromiso y amor por el arte de Talía.

Pese a que la magnífica obra “El hombre almohada” tiene un reparto muy equilibrado, en el que sorprende el joven Ricardo Gómez por su personaje tan difícil así como los veteranos Juan Codina (¿para cuándo un personaje de más envergadura en cine?) y Manuela Paso, Belén Cuesta sobresale no solo por llevar sobre sus hombros la mayor parte de la obra sino por los diferentes estados emocionales que experimenta a lo largo de la misma y que tan bien exterioriza.

Otra actriz andaluza, Petra Martínez, simultanea televisión, cine y teatro, la pasión que le une a su marido Juan Margallo y a su hija Olga. Con el trabajo en la pequeña pantalla ha logrado bastante popularidad, con el cine, grandes satisfacciones profesionales en estos últimos tiempos gracias a su personaje en “La vida era eso” y con el teatro el goce supremo del actor en contacto con el público. Sin embargo, este compromiso le puede impedir, como ocurrió con la gala de los Premios Carmen, acudir a recoger un galardón por, en este caso, estar encima de un escenario con el monólogo “La señorita doña Margarita”.

Pedro Casablanc, cada vez más asentado y reconocido en el cine (solicitado incluso por Pedro Almodóvar, aunque sea solo para poner voz a un personaje crucial en la trama de “Madres paralelas”) se supera a sí mismo en “Torquemada”, donde da vida a varios personajes, entre ellos a este usurero creado por Benito Pérez Galdós. Por cierto, sorprende que la obra no haya recalado en Sevilla, pero sí en varias localidades de la provincia como Tomares.

Otro ejemplo de compromiso con el teatro lo representa, como actriz, directora, productora y también autora, Rosario Pardo, cuyo talento se echa de menos en el cine y con una frenética actividad teatral que la lleva en permanente gira de un lado a otro de España. También está muy asentada en el teatro la onubense Pilar Gómez, ganadora de un premio Max y nominada al Goya por el personaje de la yonqui Maravilla en “Adiós”. Por fortuna, cada vez cuentan más con ella en cine y le ofrecen personajes a su altura como el de la emigrante andaluza Josefa en “Érase una vez en Euskadi”, cuyo marido estaba encarnado por otro soberbio intérprete andaluz, Vicente Vergara, nominado al Goya a mejor actor revelación por “La trinchera infinita”.

Muchas de estas obras son monólogos, como el que se pudo ver el pasado fin de semana en el Teatro Central de Sevilla, “Una galaxia de luciérnagas”, en el que se conjuntaba a la perfección un texto brillante, basado en una traumática experiencia de su autora, Aina Tur, una magnífica interpretación a cargo de Anna Alarcón, así como un espacio escénico y una ambientación sonora de notable sobriedad, que refuerzan esta impactante propuesta dramática. Por fortuna, la editorial Libros de la Vorágine ha publicado el texto de Aina Tur en una edición bilingüe con prólogo de José Sanchís Sinisterra, en otra manifestación evidente de compromiso.