Semana Santa
Los días santos
“La ciudad acudirá al encuentro de los titulares de las distintas cofradías que volverán a efectuar sus Estaciones de Penitencia”
En la memoria colectiva quedarán los años 2020 y 2021 como los de la epidemia de coronavirus, que de forma tan grave ha azotado a toda la humanidad y a la que España tampoco ha sido ajena. Algo que –ni en el peor de los delirios– hubiéramos llegado a imaginar. Ha sido un tiempo difícil en el que muchas personas han perdido la vida, otros han enfermado y muchos se han visto afectados por las importantes secuelas sociales, económicas y laborales que el mal ha acarreado. Por todos ellos seguimos elevando nuestra sincera plegaria al Señor.
En los anales de nuestras cofradías sevillanas quedarán también 2020 y 2021 como los años en que no hubo procesiones de Semana Santa. Dos años en los que esas corporaciones se vieron obligadas a reinventarse para mantener sus fines esenciales: culto, formación y caridad.
Durante esta difícil etapa y a pesar de tantas adversidades, todas las hermandades han cuidado con especial mimo la atención espiritual a los hermanos, aprovechando las ventajas que ofrecen las redes sociales para llevarles las celebraciones de los cultos de Reglas, la misa dominical y otras formas de piedad en los días de especial significación para cada hermandad.
Tampoco ha quedado rezagado el ejercicio de la caridad fraterna, toda vez que las hermandades han continuado desarrollando sus habituales actividades asistenciales, las cuales se han visto incluso acrecentadas por acciones específicas hacia las personas que han sufrido con mayor virulencia las consecuencias de la pandemia. Sería prolijo enumerar los incontables ejemplos llevados a cabo.
Ahora, cuando contamos las horas para el reencuentro en las calles con las procesiones de Semana Santa, los sevillanos aguardamos ese momento con enorme ilusión. La ciudad acudirá al encuentro de los titulares de las distintas cofradías que volverán a efectuar sus Estaciones de Penitencia desde el Viernes de Dolores al Domingo de Resurrección. Volveremos a dirigir nuestras plegarias al Divino Nazareno y a su Madre Bendita. Les encomendaremos las almas de los que han partido y le agradeceremos el amparo brindado en este tiempo cargado con tantas dificultades. Tampoco quedará atrás nuestra oración por los que en estos momentos sufren el azote de la guerra que tanto dolor está causando; al tiempo que nuestros labios musitarán la súplica que nos enseña el salmo 32: «Que tu misericordia, Señor, venga sobre nosotros, como lo esperamos de ti».
Francisco Vélez de Luna - Presidente del Consejo General de Hermandades y cofradías de Sevilla
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