"Tornaviaje"

Amiguetes

Carlos Pérez-Ariza asegura que "la amnistía se vende como un triunfo del régimen"

Míriam Nogueras
Míriam Nogueras Jesús G. FeriaLa Razón

En medio del Koldogate, la dulce amnistía navega a flote de un neo socialismo Sanchista a la española. La trama y maquinación de las mascarillas encubre el tufo que sobrevuela el palacio de gobierno. Sus tentáculos cruzan el charco en La Chalana y atraca en el deslumbrante Caribe de República Dominicana y del oprobio de la Venezuela bolivariana. Marruecos juega en esa navegación de apuestas. Sobre ese mar de negociantes, mordidas, maletas misteriosas y nocturnidad, la amnistía se vende como un triunfo del régimen. Una ley que abre las puertas a la división de España en un nuevo país de países. El sueño federalista de los iluminados Sánchez y Zapatero.

La joven Nogueras expresa su sonrisa-rictus de feliz triunfo, que significa sometimiento y derrota del español Sánchez. Es su pictograma labial de somos amigos, por ahora. Sus siete votos inclinarán su fidelidad. Investidura por amnistía: hecho; y presupuestos por independencia integral. El huido insaciable celebra su Waterloo particular, como la primera batalla. Ahora viene la grande: la autodeterminación para salirse de la odiada España. Ejemplo para los vascongados de Bildu.

La inconstitucionalidad de la ley es gritada por juristas de prestigio, mientras lo leguleyos a sueldo de Sánchez la defiende con la Constitución en el corazón agradecido. El escudero Bolaños el que más. Henchido de haberse conocido se felicita a sí mismo delante de los leones de las Cortes, que ahora llevan mascarillas para evitar contaminarse con la KoldoCovid. Una banda de facinerosos, instalados en la impunidad del poder político, forma el tejido mafioso, que compra a muchos, incluidas líneas aéreas, extendiendo sus contactos dentro y fuera de España. En el camino se apareció el dilema de mantenerse en el poder. Lo que exigieron esos siete votos sin piedad era el peaje inicial. Levantada la barrera judicial, los dadivosos socialistas tendrá que seguir cediendo hasta siempre. La oposición lo tiene difícil si no se hace mayor.

«Dos cosas son infinitas: El Universo y la estupidez humana. Y del Universo no estoy seguro». Albert Einstein.