Tribuna

Cicerones de barra, mesa y mantel

Álvaro Alés, director general de Gastropass, reflexiona sobre los valores de la hostelería sevillana

Un bar de Sevilla, con su tradicional barra para tapear
Un bar de Sevilla, con su tradicional barra para tapearLa RazónLa Razón

En un reciente discurso de Arturo Pérez Reverte en el Ayuntamiento hispalense al recoger el Premio Embajador de Sevilla, otorgado por la Asociación de Hoteles de Sevilla y Provincia, contó una anécdota que ha servido de inspiración para este texto.

El escritor explicó cómo había presenciado esa misma jornada una escena en un típico bar del barrio de Santa Cruz, en la que una pareja de sevillanos de mediana edad, perfectamente arreglados, explicaban a un turista ataviado con «calzoncillos y chanclas» con todo mimo y lujo de detalles las diferencias entre el fino, la manzanilla, los amontillados, los olorosos o el palo cortado, mientras disfrutaban de una tapa. Decía Don Arturo que mientras existan estos personajes, Sevilla retendrá su esencia y sobrevivirá a la creciente «turistificación».

Viajar nos aporta conocimientos y experiencia. Hay citas en todas las culturas y en todas las lenguas «les voyages forment la jeunesse», «travel broadens the mind» o, como dice la brasileña Martha Medeiros en su poema La Muerte Lenta, «muere lentamente quien no viaja».

Por otra parte, desde la prehistoria, el hombre ha dedicado gran parte de su tiempo a buscar comida y esto ha quedado de algún modo en nuestro ADN ya que no hay celebración en cualquier parte del mundo, desde una boda en Singapur a un entierro en México, que no gire en torno a una mesa. Desde tiempos remotos la gastronomía es también parte de nuestra cultura y está muy presente en todo tipo de manifestaciones artísticas, desde la Vieja Friendo Huevos de Velázquez a la lata de Campbelll’s Soup de Warhol.

En la celebración de eventos privados, en congresos o incluso en los premios GRAMMY Latinos la comida es una parte clave. No importa que estos actos finalicen con el último número de la cantante de moda, si el catering no está a la altura habrá quien diga, «sí, sí, muy espectacular, pero qué mal comimos…».

Viajar y Comer, sobre esa idea nació hace 10 años Gastropass, una guía premium impresa y digital en español e inglés, con una selección de los mejores lugares dónde comer, elaborada a partir de la selección de unos cicerones que conforman hoy el Club Gastropass, que contiene además recomendaciones de expertos sobre qué ver y qué hacer en estancias de uno a tres días en Sevilla.

La inspiración de esta guía partió de un simple correo electrónico que redacté para unos amigos de Barcelona, compañeros de estudios en la escuela de negocios ESADE que venían a Sevilla y me preguntaron qué ver y dónde comer. El texto de esa ruta turística-gastronómica lo traduje después al inglés para otros amigos y lo fui modificando varias veces, para ir añadiendo nuevas propuestas gastronómicas que complementaban a las clásicas.

La mayoría de los lectores de este artículo habrán vivido situaciones similares, incluso nosotros mismos cuando viajamos, si tenemos varios amigos en una misma ciudad, buscamos consejo de aquel de entre ellos que sabemos que está más al día en materia de gastronomía, por cuestiones profesionales o por tener una mayor vida social.

Seiscientos de estos Cicerones, de barra, mesa y mantel han participado este año en la campaña por el X Aniversario de Gastropass 360º, indicando el restaurante al que acompañan a sus amigos cuando vienen a Sevilla, lo que les ha permitido ingresar en el Club Gastropass.

La guía Gastropass 360º se reparte en hoteles de 4 y 5 estrellas, congresos y otros puntos de interés, y permite a los usuarios sumergirse en la cultura gastronómica de la ciudad de una manera única, porque sus recomendaciones van más allá de las reseñas de las guías turísticas digitales globales. La selección de restaurantes proviene de personas que viven y respiran la cultura del tapeo en barra en Sevilla, «Capital Mundial de la Tapa» según rezaba la acción de la Oficina de Turismo del Ayuntamiento de Sevilla. También se incluyen destacados restaurantes de mesa y mantel que cuentan con el aval de estar recomendados por un selecto grupo de personas, acostumbradas a viajar y a recibir visitantes de fuera, una de las características comunes de los miembros del Club Gastropass.

Esta conexión entre turistas y los cicerones de barra, mesa y mantel a través de la comida no solo fortalece los lazos culturales, sino que también contribuye a una experiencia de viaje más significativa y memorable. Las recomendaciones del Club Gastropass fomentan la interacción entre turistas y ciudadanos, creando un puente cultural a través de la comida, como en la anécdota de Pérez Reverte. Al seguir las sugerencias de los residentes, los visitantes tienen la oportunidad de vivir experiencias culinarias más auténticas, incluyendo algunas propuestas situadas fuera de los circuitos turísticos tradicionales, lo que proporcionaba a los visitantes la oportunidad de descubrir joyas culinarias que de otro modo podrían pasar desapercibidas.