"Caso ERE"

El PP deja a la Audiencia la decisión final sobre la entrada en prisión de Griñán

La acusación popular apela a la igualdad de trato y a la «seguridad colectiva»

El ex presidente andaluz José Antonio Griñán
El ex presidente andaluz José Antonio GriñánLa RazónAgencia EFE

La posición del PP-A estaba clara desde que el presidente del partido y de la Junta, Juanma Moreno, apeló a las razones humanitarias. «Personalmente, no puedo estar de acuerdo con que Griñán, enfermo de cáncer, entre en la cárcel», señaló Moreno en enero, después de que el ex presidente socialista informara, cuando expiraba el plazo para entrar en la cárcel, de que padece cáncer. Tras medio año, después de que la Fiscalía Anticorrupción señalara que «no se opone» en vista del cáncer «muy grave e incurable» de Griñán a que no entre en prisión, la acusación que ejerce el PP en el «caso ERE» deja la decisión en manos de la Audiencia, eso sí reclamando igualdad de trato y que se pondere el derecho a la «seguridad colectiva».

El consejero de Justicia de la Junta, José Antonio Nieto, la jornada previa insistió en pedir «igualdad de trato» para Griñán y que si el ex presidente no puede estar preso, tampoco ningún condenado en sus circunstancias. Recientemente se le ha concedido el tercer gado al ex consejero José Antonio Viera pero el ex viceconsejero Agustín Barberá, también con cáncer, tuvo que entrar en prisión pese a solicitar acogerse, como hizo Griñán, al artículo 80.4 del Código Penal que permite la suspensión de la pena ante enfermedad muy grave «con padecimientos incurables». Los magistrados de la Sección Primera de la Audiencia en una casuística similar rechazaron la posibilidad de suspender la entrada en la cárcel del ex viceconsejero Barberá. En esa ocasión, la Fiscalía sí se opuso a la suspensión de la condena de siete años y un día que se le había impuesto pero la Audiencia justificó su decisión en que «es necesario distinguir entre aquellas personas gravemente enfermas cuya permanencia en un centro penitenciario pueda suponer un riesgo cierto para su vida y su integridad física, y aquellas otras personas gravemente enfermas que, no obstante permanecer ingresados, pese a lo incurable de su enfermedad, tienen una expectativa de vida que no tiene por qué ser reducida».

La acusación popular en el caso de los ERE que ejerce el PP, en definitiva, deja al criterio de la Audiencia la decisión sobre el cumplimiento privado de libertad de la pena a seis años y un día de cárcel a la que se condenó a Griñán en el juicio por el llamado «procedimiento específico» de los ERE, sentencia ratificada por múltiples instancias judiciales. Griñán es el único de los ocho ex altos cargos de la Junta de Andalucía condenados a prisión que permanece en libertad y está pendiente, como otros encartados, de la resolución del Tribunal Constitucional (TC) sobre los recursos que presentaron, así como de la petición de indulto al Gobierno. El TC acordó el pasado martes que sea el pleno el que resuelva todas las cuestiones vinculadas con los recursos de amparo de 12 de los 15 ex altos cargos socialistas de la Junta condenados en el «caso ERE».

En un escrito remitido a la Audiencia, referido por Efe y Europa Press, el Partido Popular recalca que «compete a la Sala resolver a la luz de los distintos informes forenses emitidos y del anterior informe de los servicios médicos penitenciarios, lo que damos por reproducidos por su extensión y complejidad».

El PP solicita a la Audiencia hispalense que resuelva «con arreglo a Derecho, con una motivación fundada en que pondere los bienes y derechos en conflicto, esto es, de un lado, la seguridad colectiva y, de otro, el derecho a la integridad física del condenado», teniendo en cuenta en paralelo la doctrina según la cual los tribunales disponen de «un amplio margen de discrecionalidad o arbitrio en la concesión o denegación de la suspensión, como a que es precisa una motivación fundada en Derecho con la ponderación de los bienes y derechos en conflicto, que son, de un lado, la seguridad colectiva y, de otro, el derecho a la vida e integridad física del condenado».

La forense del IML señaló en el último informe que el fin de la radioterapia de Griñán «no significa que el cáncer ya haya remitido, sino que son preceptivas revisiones periódicas posteriores al tratamiento las que determinen la evolución de su enfermedad». El informe habla de una enfermedad en riesgo alto o intermedio. En mayúsculas, señala que se trata de «una enfermedad incurable» y «muy grave».

También se recuerda que Griñán necesita un «control periódico con excarcelaciones frecuentes». La forense apuntó a que la propia prisión reconoció los problemas para el traslado a los hospitales para el tratamiento y apeló al peligro de «infecciones en personas con un sistema inmunológico deprimido y que pueden suponer riesgos vitales, por la edad» . El ex presidente Griñán acaba de cumplir 77 años.