El análisis
Demandas del PSOE por los ERE: ¿fortaleza o debilidad?
Los socialistas no consiguen que su nuevo relato penetre en la opinión pública y el PP se reafirma: «Seguirán condenados»
La crisis interna del PSOE andaluz no se ha zanjado. Es muy difícil para un partido político que no gobierna –y más aún acostumbrado durante décadas a hacerlo– reestructurarse en torno a un liderazgo sólido. En el PSOE, la salida de Susana Díaz y la llegada de Juan Espadas no ha acabado con el debate interno y el partido estaba dividido en época de la expresidenta de la Junta y sigue estándolo con el exalcalde de Sevilla al frente. El amparo del Tribunal Constitucional a los condenados en la pieza política de los ERE solo ha añadido más confusión y rencillas entre los sectores enfrentados porque la realidad es que, con todos los matices que se quieran poner, ninguno orilló sus intereses personales para proteger los de Manuel Chaves o José Antonio Griñán.
En este sentido, las demandas presentadas por la dirección socialista contra dirigentes del PP y de Vox por mantener que el «caso ERE» fue un «robo» de dinero público, plantean un debate: si se hacen por convicción o simplemente como un intento de mostrar fortaleza interna ante las críticas de distintos sectores dentro del partido. Una forma de decir que el PSOE vuelve a sus orígenes y orillar el debate que existe sobre la idoneidad de Juan Espadas para liderar el proyecto socialista en Andalucía.
La deriva judicial del PSOE no ha servido para amedrentar al PP. El secretario general del partido en Andalucía, Antonio Repullo, que es uno de los demandados por injurias y calumnias, mantuvo ayer que se han limitado a decir «la verdad» y que «el PSOE estaba inmerso en el mayor caso de corrupción de la historia de Andalucía», en referencia a los ERE.
Repullo aseguró que el jueves, «cuando llegué a mi casa, tuve que explicarle a mis hijos y a mi mujer qué era una querella, y que se querellan contra mí simplemente por decir la verdad, por denunciar que el PSOE estaba inmerso en el mayor caso de corrupción de la historia de Andalucía».
La estrategia socialista no va a impedir que el PP mantenga su posición. «No me van a callar», señaló Repullo.
En referencia a Espadas, aseguró que las querellas «sólo les sirve para describir el peor momento que vive el partido socialista en nuestra tierra» y pronosticó, como ya hiciera el presidente de la Junta Juanma Moreno, que los condenados por dichas instancias «seguirán condenados tras la sentencia del Constitucional».
Por su parte, el portavoz del Gobierno andaluz y consejero de Sostenibilidad y de Agricultura de la Junta de Andalucía, Ramón Fernández-Pacheco, calificó de «deriva demencial» la interposición de demandas contra representantes del PP y Vox «que no van a llegar a ninguna parte».
La Junta, incluso, considera que esta estrategia de «recuperar el pasado» le viene bien a Juanma Moreno porque es una oportunidad para «comprobar perfectamente los dos modelos que hoy rigen en Andalucía», entre el PSOE y el PP, «centrado en gobernar».
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