La Feria de Abril «ya no es para el señorito, es un cliché del pasado»

Cuenta atrás para el alumbrado de la portada que marca el inicio de la Feria de Abril de Sevilla, que en este 2023 se celebrará desde hoy al 29 de abril. Miles de bombillas iluminarán a las doce de la medianoche la puerta principal del recinto ferial, inspirada en esta ocasión en dos edificios regionalistas: la Plaza de España y el Teatro Coliseo, obra del arquitecto técnico Gregorio Esteban.

Este año se cumple el 50 aniversario del traslado de la Feria al barrio de los Remedios, lo que permitió ampliar el recinto y la construcción de nuevas casetas y atracciones. Esta decisión, « contribuyó a democratizar la feria, se duplicaron las casetas y se dio cabida a la sociedad civil, con representación de hermandades, asociaciones vecinales, grupos de amigos...», apunta el presidente de la Asociación de Presidentes de Casetas de Feria (ATICA), Antonio Barrero.

«La Feria ya no es para el señorito, eso es un cliché del pasado. Ahora es de todos», apostilla. En esta edición, se han instalado 1.053 casetas, las mismas que el año anterior. La mayoría son de acceso restringido y pertenecen a grupos de familias y amigos, peñas y asociaciones. Solo una pequeña proporción, una quincena, son públicas y de acceso libre, pertenecientes a las asociaciones vecinales de los barrios, a sindicatos y partidos políticos.

De momento, no se tiene previsto aumentar el número de casetas, aunque desde el 2008 las diferentes corporaciones municipales han presentado proyectos para ampliar el Real, si bien todos quedaron en papel mojado. «No se hace por el elevado coste que supondría», explica el presidente de ATICA. Además, el representante de los presidentes de las casetas opina que «la Feria ya está en máximos, a punto del colapso y ampliarla sería hasta peligroso».

Pese a las noticias que alertaban de la falta de mano de obra, el montaje de la Feria está terminado «y en tiempo récord», añade Barrero. Este año, el Ayuntamiento ha dado más facilidades, flexibilizando los plazos y horarios para que se pueda trabajar en la construcción de esta «ciudad efímera» que repercute en el 3% del PIB

Sobre las polémicas y el uso partidista de este festejo, el presidente de ATICA llama a que se dejen atrás los clichés del pasado. Una de las mayores controversias que rodean a la Feria son las condiciones laborales de los trabajadores de los catering, lo que llevó el año pasado a la Asociación de los Hosteleros de Feria a convocar paros porque, alegaban, los horarios incumplían la reforma laboral de la ministra Yolanda Díaz. «Las personas que trabajan en los catering vienen a ‘‘hacer la feria’’, a ganar el sueldo de un mes en una semana trabajando muchas horas, es verdad, pero es algo excepcional, aquí no se explota a nadie», incide Barrero. Este año, la polémica ha surgido con la falta de camareros y cocineros para los catering. Los hosteleros que gestionan las casetas han pasado un auténtico calvario para encontrar personal, y en algunos casos las plantillas no se han podido completar.

Impacto económico

La Feria de Abril tiene un impacto de 900 millones de euros, convirtiéndose así en el festejo más importante de toda España. Para hacerse una idea en términos comparativos, el impacto de los Sanfermines apenas llega a los 300 millones. Precisamente por ello, los presidentes de las casetas de Feria piden al Ayuntamiento de Sevilla que invierta en su mejora.

En la última asamblea de ATICA, celebrada el martes, los socios acordaron trasladar al gobierno municipal 12 peticiones, entre ellas: mayor inversión para la mejora de infraestructuras; aumentar la potencia de luz; la plantación de más árboles en el Real; que el paseo de caballos llegue de Costillares a Paseo de Triana para quitar el tapón de entrada y, lo más importante, volver al lunes del «alumbrao» y a la preferia el sábado y domingo. «Es parte de nuestra idiosincrasia y nos lo arrebataron», lamenta Barrero. Además, los presidentes de las casetas votaron nombrar a Rafael Carretero presidente honorífico.

«Nuestra asociación hace un llamamiento a la unión de todos los presidentes de las casetas en defensa de los intereses de la feria», apunta Barrero. En este sentido, incide en que es necesario que la Feria de Abril evolucione, pero «manteniendo su esencia». «No queremos que una fiesta tan nuestra se la carguen las botellonas ni las casetas que ponen reggaeton», concluye.