Patrimonio

El puente sumergido en un embalse de Úbeda (Jaén) declarado Bien de Interés Cultural

Es una de las grandes obras de ingeniería de estilo renacentista y solo aflora en períodos de sequía prolongada

El puente de Ariza se encuentra en una zona próxima a Úbeda (Jaén)
El puente de Ariza se encuentra en una zona próxima a Úbeda (Jaén) Lista Roja Patrimonio

La Dirección General de Patrimonio Cultural y Bellas Artes ha declarado Bien de Interés Cultural, con categoría de Monumento, el puente de Ariza (Úbeda-Jaén), "totalmente sumergido de forma casi permanente" al encontrarse dentro del vaso del embalse de Giribaile.

Construido por Andrés de Vandelvira, el puente pertenece al tipo de puentes de bóvedas de gran luz que se construyeron en el Renacimiento.

La situación del puente, dentro del vaso del embalse de Giribaile determina que esté "totalmente sumergido de forma casi permanente", según confirma el BOE de este martes.

El puente solo aflora en períodos de sequía prolongada, ya que se encuentra en el lecho de un embalse superficial, siendo zona inundable del dominio público hidráulico del Estado gestionado por Confederación Hidrográfica del Guadalquivir.

Por ello, "la delimitación de un entorno de protección carece de virtualidad", máxime cuando su imagen tradicional se ha perdido al eliminarse la vegetación de ribera que la dominaba (alamedas, saucedas, tarayes, cañaverales, juncales, etc.)

El puente de Ariza es una de las grandes obras de ingeniería de estilo renacentista. Su construcción data de 1562, fecha en la que una Real Provisión otorgada por Felipe II en Granada el 16 de febrero de 1562 sancionaba la construcción del puente.

En el siglo XVI la ciudad de Úbeda era uno de los núcleos urbanos más importantes del noroeste de Andalucía y necesitaba una vía de acceso ágil con Jaén y Toledo, la vía hacia esta ciudad castellana se sitúa sobre el río Guadalimar, y es ahí donde se levanta el puente de Ariza.

El arquitecto y maestro de cantería Andrés de Vandelvira, autor también de la catedral de Jaén, se ocupó de la obra, que fue financiada por el obispo de Jaén, Diego de los Cobos y Molina,

Teniendo en cuenta su importancia histórica y su estética, se declara Bien de Interés Cultural a este puente que "forma parte del conjunto de las grandes obras de ingeniería del Renacimiento en España".