Política

El juicio de la Faffe: un último misil a Espadas en plena campaña

A una semana del 28M, el uso de «tarjetas blacks» en prostíbulos de la anterior etapa socialista en la Junta empieza a ser juzgado

El ex director de la Faffe, Fernando Villén
El ex director de la Faffe Fernando VillénManuel Olmedo

Si no tenían ya motivos suficientes para estar preocupados en Ferraz con la situación del PSOE-A, los juzgados van y le dan una vuelta de tuerca más. La decisión de la Audiencia de Sevilla de señalar para el 18 de mayo el inicio del juicio por los pagos en clubes de alterne con las famosas «tarjetas blacks» de la Fundación Andaluza Fondo de Formación y Empleo (Faffe) supone un nuevo misil al débil liderazgo de Juan Espadas en plena campaña de las elecciones municipales. La crisis reputacional del partido socialista en Andalucía, como se evidenció tras la sentencia de los ERE en las autonómicas, continúa muy de actualidad con la reciente dimisión de la directora de la Guardia Civil, María Gámez, y ni siquiera la presencia constante en la comunidad de quien parece estar haciendo la verdadera oposición a Juanma Moreno, la minisitra María Jesús Montero, o la reaparición a cuentagotas de Susana Díaz parece capaz de dar un giro a la situación. Muy al contrario, el inicio del juicio de la Faffe no hará más que rememorar prácticas deleznables que los ciudadanos castigan en las urnas con severidad.

El Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) ha confirmado que está previsto que la selección del jurado popular sea formalizada el 18 de mayo y que el juicio comience como tal el viernes 19, para prolongarse toda la semana siguiente, con lo que finalizaría el viernes 26, previo a las elecciones municipales del 28 de mayo.

Hace un año, la Audiencia de Sevilla designó a la jueza Mercedes Alaya, actualmente en la Sección Séptima de dicha instancia, como magistrada presidente del tribunal encargado de este juicio con jurado popular, que se dirige contra el exdirector de la Faffe Fernando Villén y la exdirectora económica financiera de la entidad Ana Valls; por un presunto delito continuado de malversación de caudales públicos, en concurso con un delito continuado de falsedad en documento oficial cometido por funcionario público.

Villén, que fue miembro de la ejecutiva regional del PSOE andaluz, tendrá que dar explicaciones acerca de los 32.566 euros que se gastó en juergas en cinco clubes de alterne entre los años 2004 y 2010 y que sufragó con las tarjetas bancarias de la fundación que dirigía, que se nutría de fondos públicos destinados a formar a los desempleados andaluces.

Según el auto de apertura de juicio oral contra ellos, emitido en abril de 2022 por el juez de refuerzo de Instrucción seis, José Ignacio Vilaplana, Fernando Villén, «prevaliéndose de su cargo como director técnico» de la Faffe, «habría venido llevando a cabo, de manera continuada, una disposición ilícita de los fondos de dicha entidad pública, desviándolos de su propia finalidad, utilizándolos para abonar los servicios recibidos en distintos locales de alterne de Sevilla y otras provincias andaluzas que frecuentaba, utilizando para ello las tarjetas bancarias de las que disponía (en total, tres tarjetas de las seis de que tenía como director) contra las cuentas de la referida Fundación». «Con el fin de ocultar la ilícita disposición de fondos públicos», el investigado, «en connivencia» con la directora económica de la Faffe entre 2004 y 2011, «habrían ideado un sistema por el que se simulaban los reintegros de los referidos cargos realizados». La Fiscalía solicita seis años de cárcel para Fernando Villén y cuatro para Ana Valls.

Villén, además, figura además como investigado en la pieza de correspondiente a la contratación en la Faffe del exalcalde socialista de Lebrija Antonio Torres García, de manera «injusta y arbitraria». «Es una vergüenza que, por culpa de la gestión del PSOE-A, todavía Andalucía tenga que seguir siendo noticia por los ERE y por escándalos como la Faffe», recordó el consejero de la Presidencia, Interior, Diálogo Social y Simplificación Administrativa, Antonio Sanz, quien lamentó que aún hoy el partido socialista «no haya pedido perdón por el mayor escándalo de corrupción que ha habido en la historia de la democracia». Y, por su parte, el consejero de Sostenibilidad, Medio Ambiente y Economía Azul y portavoz del Gobierno andaluz, Ramón Fernández-Pacheco se congratuló de que, gracias a un ejecutivo «serio y comprometido» como el de Moreno, toda la «pesadilla» de los casos de corrupción vinculados «a la etapa socialista» de gobierno en Andalucía es «cosa del pasado».