La lista de pueblos de Málaga con restricciones de agua sigue al alza

El Gobierno andaluz aseguró antes de verano que no se adoptarían medidas restrictivas para ahorrar agua, pero más de una docena de Ayuntamientos de la provincia de Málaga, eminentemente de la comarca de la Axarquía, se han visto obligados a hacerlo.

Las reservas de los siete pantanos malagueños son ciertamente preocupantes, toda vez que no alcanzan ni tan siquiera el 30 por ciento de su capacidad. En concreto, a día de hoy acumulan un 29,88 por ciento de su capacidad de agua embalsada, con solo 180,97 hectómetros cúbicos de los 611,48 de su capacidad total. Son casi cuatro hectómetros cúbicos menos que hace una semana y 121 menos que el pasado año en el mes de julio, según los datos de la Demarcación Hidrográfica de las Cuencas Mediterráneas Andaluzas. El que acarrea una situación crítica es el pantano de La Viñuela, que apenas acumula el 9,06 por ciento del total.

Medidas como prohibir el baldeo de calles, aceras y fachadas; el llenado o rellenado de piscinas; del uso de fuentes ornamentales sin circuito cerrado, de duchas y surtidores públicos, así como el corte del agua durante varias horas por la noche son algunas de las medidas que se han tomado en distintas localidades de la provincia. En el caso de la propia capital, el Ayuntamiento no se plantea implantar restricciones en el abastecimiento del agua, al menos de momento.

El alcalde de Málaga Francisco de la Torre, especificó ayer que «por ahora estamos con unas reservas de agua que funcionan aceptablemente bien», pero incidió en hacer un uso prudente y no derrochar. De la Torre explicó que la ciudad puede abastecerse gracias a la desalobradora del Atabal, que utiliza agua del Guadalhoce, pero que la capacidad «tampoco es infinita».

Mientras, en Vélez-Málaga han comenzado las restricciones. La empresa concesionaria del servicio potable en el municipio, Aqualia, decidió que iba a cortar el suministro entre las 23:30 y las 6:30 cada día para poder garantizar el abastecimiento en verano. Se hizo efectivo por primera vez en la madrugada del pasado viernes en Vélez-Málaga y en Torre del Mar.

En Rincón de la Victoria, el Consistorio que preside el popular Francisco Salado, presidente además de la Diputación Provincial, ha dictado un bando que recoge prohibiciones del uso de agua potable para el riego de jardines, huertos, parques y campos de golf, baldeo de calles, llenado o rellenado de piscinas privadas y lavado de coches fuera de los establecimientos autorizados para tal fin.

Junto a estos municipios, Alhaurín de la Torre, Nerja, Torremolinos, Torrox, Almachar, Coín, El Borge, Periana o Iznate, se suman a la creciente lista de localidades que con limitaciones en el uso del agua. De hecho, aunque la parte occidental de la provincia tiene más reservas en materia hídrica, localidades como Benalmádena se unen al grupo de pueblos que pretenden ahorrar agua con iniciativas como priorizar el sistema de pulverizado en la limpieza de agua de las calles, reducir en un diez por ciento el riego automatizado en parques y jardines municipales, o conminar a los campos de golf al uso obligatorio de agua reciclada a la hora de regar sus instalaciones.

Estepona quiere dar un paso más y construir una desaladora, que necesita una una inversión de 20 millones . Por su parte Manilva ha constituido un comité de sequía, ante la situación hídrica existente, para regular el consumo o la vigilancia de las duchas públicas.