Semana Santa
El luto del campo andaluz: los bueyes sin cencerros
Andalucía mantiene costumbres ancestrales como las de honrar el duelo con el silencio de las reses
El campo de Andalucía la Baja guarda tradiciones y rituales hondos y secretos y uno de ellos es el de guardar luto en los días de Semana Santa con el silencio de los bueyes en sus labores diarias con el toro bravo, para las que algunos ganaderos les quitan a los cabestros sus inseparables cencerros.
Los cencerros en los cabestros cumplen un papel primordial en la función de los mansos de andar con el ganado bravo en su manejo en el campo en labores como el apartado y embarque para su lidia y, en la plaza, para amparar a las reses que son devueltas a los corrales.
Como el académico Manuel Halcón -'Manuela', Los dueñas' o 'Monólogo de una mujer fría'- le guardó luto a su caballo, como le confesó al escritor y periodista Antonio Burgos, el campo andaluz también manifiesta su tristeza y su respeto en la Pasión y Muerte de Jesucristo en Semana Santa con costumbres secretas, hasta ahora, como las de honrar el duelo con el silencio de las reses.
'Como es tradición en nuestra casa, durante toda la Semana Santa, nuestros bueyes harán sus labores sin los cencerros en señal de luto por la Pasión de Cristo', señala la ganadería de Torrealta en sus perfiles sociales, sin los que estos ritos quedarían para los restos en la intimidad de las ganaderías, como tantos otros que se hacen a cencerros tapados.
Junto a Torrealta, hierro que pasta en pagos de Medinasidonia (Cádiz), en la Ruta del Toro, una ganadería vecina, la jerezana de Santiago Domecq Bohórquez, también sigue esta tradición del silencio en los días de la Semana Santa, aunque lo hace el Viernes Santo.
El pasado año esta ganadería informó de que "como cada año", le quitan los cencerros a los bueyes 'guardando el luto por la muerte de Nuestro Señor Jesucristo: este año además queremos hacerlo también por las víctimas de esta pandemia', añadía en su cuenta de Instagram.
El luto en el toreo tiene muchas maneras de manifestarse como escribió el gran poeta de Andalucía la Baja Fernando Villalón -“Negra faja y corbatín, negro con un lazo negro, sobre el oro de la manga, la chupa de los toreros”- y, además, en la divisa negra, los capotes de paseo de ese color o los ternos catafalco.
Es la hondura ancestral de la tierra y las ganaderías la que hace que respete este ritual por la muerte, como el que también el hierro de Santiago Domecq guardó cuando murió el padre de su mayoral.
'Hoy nuestros bueyes no portan sus cencerros pues la ganadería está de luto por el triste fallecimiento de D. José Orellana padre de nuestro querido mayoral Rubén. Un señor que junto a su esposa supo trasmitir a sus hijos sus valores y su amor por el campo. Dios lo tenga en su gloria', destacaron en su día.
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