Turismo
El motivo por el que hoteles andaluces dejarán de tener bañeras sin perder estrellas
La Junta incentiva medidas de ahorro de agua en las empresas del sector con ayudas por valor de 40 millones de euros
Un estudio reciente de Emasesa, empresa pública del agua del área metropolitana de Sevilla, concluye que el consumo que realiza un turista triplica el de un sevillano. De 112 litros de media de una persona empadronada en la capital se pasa a 350 por un visitante. Otros estudios a nivel regional y nacional multiplican por cinco y por seis estos datos. Unas cifras alarmantes que obligan a las administraciones a reaccionar, sobre todo porque el «boom» turístico no parecer tener fin y, en cambio, los recursos hídricos son finitos y la sequía continúa siendo una amenaza aunque el verano vaya a pasar sin restricciones.
El Gobierno andaluz aprobó ayer un decreto ley por el que se convocan dos líneas de subvenciones por importe de 40 millones de euros en régimen de concurrencia no competitiva para «paliar los efectos de la sequía en el sector turístico, para la mejora de la eficiencia energética, y para mitigar y adaptar al cambio climático los destinos turísticos andaluces». Entre las iniciativas incentivadas se incluye incluso eliminar el requisito de contar con una bañera en la habitación en los hoteles y en los apartahoteles de tres a cinco estrellas.
Las ayudas, enmarcadas en el programa de «Financiación de proyectos de eficiencia energética y economía circular en empresas turísticas» del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, cuenta con dos líneas. La primera es para empresas que presten servicio de alojamiento turístico y otro tipo de actividades o servicios vinculados al turismo; y la segunda, para empresas que presten el servicio de restauración/hostelería.
Serán actuaciones subvencionables, entre otras, las basadas en la reutilización del agua, consistente en el tratamiento y posterior reutilización del agua proveniente de fuentes distintas de la red de agua potable o similares; las que reduzcan el caudal de agua necesario para un uso concreto en su punto de consumo y que, como consecuencia, comporten un ahorro de agua en el conjunto de instalaciones en servicio de un establecimiento; las de adaptación de infraestructuras para prevenir el exceso de calor o de frío; la instalación de cubiertas vegetales de bajo consumo hídrico o sustitución de cubiertas vegetales por artificiales; sustitución en jardines y otras zonas de vegetación por especies vegetales especialmente adaptadas a la restricción o ausencia de agua; y aquellos proyectos de mejora de la eficiencia energética.
Más puntos en la clasificación
Por otro lado, el decreto también incluye la modificación del Decreto ley 13/2020 de Clasificación hotelera, otorgando cinco puntos por cada medida que sea subsumible en diferentes apartados, con un máximo de 20 en total. Así, valora el disponer de sistemas de reutilización del agua para el tratamiento y posterior reutilización del agua proveniente de fuentes distintas de la red de agua potable, incluyendo los sistemas de recuperación de aguas; los avanzados de lavandería y cocina, y los sistemas con fuentes alternativas de agua que pueden complementar la necesidad de agua del establecimiento en determinados usos.
En segundo lugar, recoge en estas medidas el disponer de sistemas o elementos que reduzcan el caudal de agua necesario para un uso concreto en su punto de consumo y que, como consecuencia, comporten un ahorro de agua en el conjunto de instalaciones en servicio de un establecimiento; como por ejemplo los sistemas de ahorro de agua en habitaciones, cuartos de baño, cuartos de limpieza, zonas de duchas, vestuario, riego, piscinas, aguas de recreo, los sistemas digitales de gestión que permitan conocer el consumo de agua de las instalaciones y aplicar medidas de ahorro; y las actuaciones de reparación o sustitución de elementos en las redes existentes de distribución y suministro de agua del establecimiento para evitar fugas detectadas, regular la presión de entrada o mejorar su rendimiento.
Por último, también es valorable disponer de infraestructuras para prevenir el exceso de calor o de frío y mejorar la eficiencia energética, incluyendo en la apertura de refugios climáticos, las intervenciones orientadas a atenuar el efecto isla de calor urbana; la reducción de la impermeabilidad del suelo o la captación de aguas pluviales, creación de microclimas con láminas de agua y aplicación de soluciones bioclimáticas.
Además, en los hoteles y los hoteles-apartamentos de tres a cinco estrellas se elimina el requisito de contar con una bañera en la habitación.
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