Política

La Sanidad, «el elefante en la habitación» del Gobierno andaluz

La oposición se aferra a la gestión sanitaria en plena precampaña para desgastar a Juanma Moreno con la crisis de los cribados de cáncer de mama

Toma de posesión de la nueva consejera de Salud, Rocío Hernández Soto, con el presidente de la Junta, Juanma Moreno, al fondo
Toma de posesión de la nueva consejera de Salud, Rocío Hernández Soto, con el presidente de la Junta, Juanma Moreno, al fondoEP

«No tengan tanta prisa. Por lo general, los gobiernos se desgastan solos con sus errores y son los ciudadanos los que terminan cambiándolos». Las palabras de Juanma Moreno en el Parlamento andaluz durante el último debate de política general, a falta de medio año para el final de su segunda legislatura, cobran plena vigencia. El deterioro sanitario fue una de las principales causas del fin de los gobiernos socialistas en la Junta, unido al desgaste de más de tres décadas en el Ejecutivo más los casos de corrupción como los ERE o la Faffe. Todo sumó a modo de gota malaya pero el detonante final fue la gestión sanitaria, con las mareas blancas en las calles. Juanma Moreno siempre ha sido consciente de ello y ha tratado desde 2019 de dotar de consistencia un sistema sanitario con fortalezas y claros signos de agotamiento. La nueva crisis motivada por los fallos en la comunicación de los cribados de cáncer de mama dejan a la consejera de Salud, Rocío Hernández, en una posición de debilidad máxima, a la que se suma una crisis anterior reciente. «Si no está a fin de año, habrá nueva consejera de Salud», señaló Moreno en el patio del Parlamento a las madres de los niños de cuidados paliativos que solicitaban más medios. Esta crisis es más grave que la anterior y supone una bola extra para la oposición en plena precampaña electoral. Hasta el ex presidente Zapatero, en un acto de apoyo a María Jesús Montero en Sevilla y ávido «de mítines», se sumó a la oposición al Gobierno andaluz: «El PP de Andalucía a lo mejor tenía que hablar menos de Puigdemont y dedicarse más a la sanidad pública». La sanidad es el «elefante en la habitación» del Gobierno andaluz.

VÍDEO: Zapatero: "El PP de Andalucía tendría que hablar menos de Puigdemont y dedicarse más a la sanidad pública"
VÍDEO: Zapatero: "El PP de Andalucía tendría que hablar menos de Puigdemont y dedicarse más a la sanidad pública"Europa Press

La Junta de Andalucía ha empezado a llamar a 2.000 mujeres en toda la comunidad que se han hecho mamografías dentro del programa de detección precoz del cáncer de mama tras constatar lo que ellos denominan «errores de comunicación» en el caso de pacientes que han sufrido retrasos en las pruebas complementarias que se les solicitaron al contar con mamografías dudosas de posibles tumores. Además, la Consejería de Salud y Consumo se ha comprometido con la asociación Amama, que ha desvelado los casos, a «depurar responsabilidades» y dar más información en el plazo de un mes. La cuestión es que fijar el horizonte temporal de errores resulta complicado porque ha habido casos similares en años anteriores, tal y como puso en evidencia el Defensor del Pueblo Andaluz e informó LA RAZÓN. Pese a que hay casos desde 2016, la pelota está en el tejado del actual Ejecutivo andaluz. Moreno ha apostado por, primero, «centrar toda la energía en resolver el problema», como «se está haciendo ahora mismo». Después se depurarán responsabilidades.

Entretanto, la oposición ha encontrado una vía de agua por la que atacar de lleno al Gobierno de Juanma Moreno. Sumar ha recogido más de 12.000 firmas en 24 horas pidiendo la dimisión de la consejera de Salud. Izquierda Unida Andalucía anunció que ultima una denuncia que presentará a lo largo de este fin de semana ante la Fiscalía por la actuación, en principio, de los máximos responsables de la Consejería de Salud y Consumo, en este caso, la actual consejera, Rocío Hernández, y sus precedentes, por su relación en los problemas presentados recientemente en el programa de cribado de cáncer de mama. «No son errores; son las consecuencias de haber destrozado la sanidad pública andaluza para beneficiar al sector privado. De poner por delante el beneficio de unos pocos a la salud de los andaluces», recriminó el coordinador general de IU en Andalucía, Toni Valero.

«Esto no es un fallo, esto es un colapso sanitario», señaló Montero en el acto con Zapatero. La vicepresidenta de Pedro Sánchez y candidata a la Junta aseguró que lo que está ocurriendo en Andalucía es «gravísimo» y que es fruto del «modelo» del PP, «encaminado a la privatización». Montero, como ha recordado el presidente andaluz en diversos plenos en el Parlamento, como consejera andaluza de Salud gastó más de 500 millones en conciertos sanitarios en Andalucía. «Lo que no puede decir Montero –cuando era consejera– es que los conciertos tienen un importante perfil social cuando lo hace el PSOE, pero cuando una ley que aprueba el PSOE la hace el PP en beneficio de Andalucía entonces es privatización», ha defendido el presidente andaluz.

Montero criticó también que la consejera de Salud reconoció que el sistema público de salud «tenía que atender a los que no tenían seguro privado» y que el presidente de la Junta advirtió que «el sistema sanitario público no era sostenible. Ahí lo dijeron todo», subrayó. Montero criticó la política «andalucista» del presidente andaluz que, en vez de enarbolar la bandera para «desarrollar el autogobierno, lo hace para confrontar y oponerse contra la pulsión del autogobierno de otros territorios». «Dicen que el sistema sanitario es insostenible teniendo más recursos que nunca», criticó Montero. «Nos rechazan la quita de la deuda porque se les cae el discurso del agravio con Cataluña», añadió. Montero acusó a Moreno de practicar un andalucismo que «frena» el desarrollo del autogobierno: «Representa un repliegue». «La vía andaluza consiste en dar palmaditas en la espalda, hacerse una foto pero no arreglar absolutamente nada», criticó. Montero, de vuelta a la crisis de los cribados, abrió otra vía: «Lo que ocurre es tan grave para la salud de las mujeres que la pregunta es qué pasa en otras enfermedades, otros cribados, otras patologías». La candidata andaluza aseguró que «no vamos a consentir» que «nos quiten» el «orgullo» de la sanidad pública porque «nos jugamos la vida».