El Gobierno francés pone al Betis como ejemplo medioambiental frente al PSG

El París Saint-Germain (PSG) y alguno de sus jugadores, por ejemplo Lionel Messi, son objeto de críticas en Francia por abusar del uso del avión en un momento de crisis energética y de debate sobre el coste ecológico de ese medio de transporte. En esa polémica ha terciado hasta el Gobierno galo, que ha puesto al Betis como ejemplo de lo que hay que hacer frente al despilfarro energético del campeón de la Ligue 1.

El director de la división de larga distancia de la compañía ferroviaria francesa SNCF, Alain Krakovitch, fue el primer protagonistas de esta ofensiva con un mensaje en su cuenta de Twitter en el que denunciaba que el PSG hiciera en avión el viaje a Nantes, a 400 kilómetros de la capital, para jugar su partido de Liga del pasado sábado. Krakovitch recordó que hay trenes de alta velocidad que cubren ese trayecto en dos horas.

A esa campaña se ha sumado la ministra francesa de Deportes, Amélie Oudéa-Castéra, que ha dado su apoyo a la propuesta de la SNCF para transportar a los equipos de fútbol en sus desplazamientos por Francia y ha puesto un ejemplo español para justificarlo. Y ese ejemplo es el Betis.

En declaraciones a la emisora France Info, la ministra ha destacado “la colaboración que existe entre el Real Betis y Renfe”, que concede al equipo verdiblanco tarifas preferentes para los jugadores, el equipo técnico y los dirigentes en sus viajes en tren por España para disputar partidos. El conjunto de Heliópolis suele coger el AVE para ir a Madrid a jugar contra todos los equipos de la capital (Real, Atlético y Rayo Vallecano) y la provincia (Getafe o Leganés).

Krakovitch, por su parte, aprovechó para renovar la propuesta que había hecho su empresa al club de la capital francesa, “adaptada a sus necesidades específicas” en términos de “seguridad, rapidez, servicios y eco-movilidad” para cubrir sus trayectos en tren. El directivo contrapuso esa oferta a un vídeo grabado por alguno de los jugadores del PSG en el que se ve a Neymar y Marquinhos en el avión que los llevó el sábado a Nantes.