Tribunales

Condenado un hombre en Sevilla a cinco años de cárcel por agresión sexual continuada a la novia de su hijo de 19 años

Todos vivían en el mismo domicilio y la víctima no delató al agresor "por miedo a que su novio no la creyera"

Audiencia de Sevilla
Audiencia de SevillaLa Razón

La Audiencia de Sevilla ha condenado a un varón a cinco años y un día de cárcel, entre otras penas, por un delito de agresión sexual continuada cometido sobre la novia de su hijo cuando la misma contaba unos 19 años de edad y todos ellos convivían en el domicilio familiar.

En una sentencia emitida el pasado 14 de abril y recogida por Europa Press, la Sección Séptima de la Audiencia de Sevilla declara probado en el verano de 2012, y "como consecuencia de conflictos familiares", una joven de 19 años de edad "trasladó su residencia al domicilio del que era su novio y es actual marido, quien todavía vivía en la casa paterna" en Sevilla capital, donde comenzó "la convivencia" con su pareja y el padre del mismo, de entonces 52 años de edad, identificado como Andrés F.C., acusado en esta causa judicial.

"La relación fue en un primer momento afectuosa, pero progresivamente, el acusado fue aprovechando los momentos en que se quedaba a solas con ella realizar acercamientos no consentidos que comenzaron con besos en la boca mientras le cogía con fuerza la cabeza y que continuaron, pues aprovechando que ella dormía en el sofá, la despertaba a diario para que se fuera a su cama con su esposa, para cogerle la mano y llevársela al pene", indica el relato de hechos probados.

Según la sentencia de la Sección Séptima de la Audiencia de Sevilla, "estos hechos ocurrieron durante un año aproximadamente sin que la joven dijera nada y sin que se atreviera a delatar al acusado, por miedo a que su novio no la creyera y la rechazara".

ELLA INTENTÓ "HUIR"

A continuación, el relato de hechos probados expone que "un día, hallándose solos en la casa" la joven y el padre de su novio, "este entró en el dormitorio donde estaba ella tendida, se puso de rodillas junto a la cama, le introdujo las manos por debajo de camiseta y bragas y le tocó los pechos y la vagina, sin llegar a introducirle los dedos"; ante lo cual la muchacha "de nuevo salió huyendo".

"Ante esta escalada de los hechos", según la Audiencia, la joven trasladó a su novio que "no le gustaba que su padre fuera con ella especialmente cariñoso" y este "habló con su padre", tras lo cual "se originó una importante discusión" y la pareja vivió después "en un cuartillo que había en el sótano del edificio, hasta que pudieron abandonar" la vivienda familiar "y tener vivienda propia".

A partir de ahí, el tribunal condena a Andrés F.C. a cinco años y un día de prisión por un delito de agresión sexual continuada, a cinco años de libertad vigilada post penitenciaria, cinco años de prohibición de comunicarse con la víctima o acercarse a ella y la obligación e indemnizarla con 20.000 euros.

LOS TESTIMONIOS

Para su sentencia condenatoria, el tribunal ha tenido en cuenta los testimonios de la víctima y de su marido e hijo del acusado, así como las periciales de la psicóloga del Servicio de Asesoramiento, Asistencia Legal y Atención Psicológica a las mujeres Víctimas de Violencia Sexual y Abusos sexuales en Andalucía de Sevilla (AMUVI) encargada del asunto, de un psicólogo clínico de la Unidad de Salud Mental del Servicio Andaluz de Salud, de la médica de cabecera de la víctima, de la psicóloga del Instituto de Medicina Legal, del acusado y de su esposa.

Según la Sección Séptima de la Audiencia, "ningún atisbo de incredibilidad, ni subjetiva ni objetiva", se aprecia en el testimonio de la víctima, ni tampoco "animadversión respecto del acusado, distinta a la que deriva de los hechos" enjuiciados.

Su testimonio, según destaca la Audiencia, fue "consistente y convincente en la declaración realizada en el plenario, detallando los hechos en la forma reflejada en el relato fáctico de esta sentencia, coincidiendo con lo expuesto a la psicóloga del IML que le realizó un informe psicológico forense a petición del juzgado de instrucción que ratificó en el plenario, coincidiendo también con lo narrado por su esposo, al que reveló los hechos antes de la denuncia, y con lo narrado al psicólogo clínico de la Unidad de Salud Mental del SAS y a la psicóloga de AMUVI".