Salud

La temporada de riesgo del virus del Nilo «cada vez es más extensa»

Las lluvias de marzo y las altas temperaturas han provocado más densidad de mosquitos, pero Salud no teme un brote como el de 2020

Las tareas de fumigación ligadas al virus del Nilo continúan en la región
Las tareas de fumigación ligadas al virus del Nilo continúan en la regiónJose Manuel VidalAgencia EFE

A mediados de abril ya se ha confirmado un caso de virus del Nilo Occidental (VNO) en Andalucía en un niño de 5 años de Lebrija y hay otro en estudio en un menor de 17 años de Dos Hermanas. La Consejería de Salud de la Junta de Andalucía informó de ambos casos esta semana y aclaró que los dos se encuentran en sus casas y en buen estado de salud. Aunque no se ha confirmado la fecha exacta en que pudo contagiarse el niño de Lebrija, los indicios apuntan que a primeros de marzo, un mes antes de que se inicie la temporada de riesgo.

«La temporada de mosquitos va de abril a noviembre porque es cuando las temperaturas nocturnas pueden superar los 16 grados y también cuando se producen las migraciones de aves, que actúan de reservorio de la enfermedad, pero lo cierto es que el mosquito no entiende de temporadas», explica Ulises Ameyugo, subdirector de Protección de la Salud de la Dirección General de Salud Pública y Ordenación Farmacéutica. «Ahora terminamos la vigilancia a final de noviembre porque el otoño se alarga y antes se hacía en septiembre. Las temperaturas medias están subiendo, estamos en una crisis climática y eso favorece la cría de mosquitos porque tienen más tiempo de actividad y ciclos reproductivos más largos», apostilla Ameyugo.

Cuando se notifico el primer caso confirmado de VNO de este 2024, la Consejería de Salud activó el sistema de vigilancia en la zona y «la densidad de mosquitos hallada fue baja», apunta Ameyugo, si bien reconoce que había presencia de zonas de cría . Por eso es tan importante, advierte este especialista, «seguir las recomendaciones de prevención y no dejar agua que se pueda estancar».

La próxima semana, Salud publicará el mapa de las zonas de riesgo, con cinco niveles de alerta y un conjunto de medidas para cada uno de ellos. Para la caracterización del riesgo se tiene en cuenta las condiciones ambientales favorables a la transmisión del VNO (temperaturas mínimas altas y pluviometría), la detección de patógenos en mosquitos y aves, y a la presencia del mismo en caballos y humanos. Aunque todavía no se ha publicado el mapa de riesgo, se sabe que localidades como Mairena del Aljarafe o La Puebla del Río están adoptando medidas para controlar la población de los mosquitos, que crece también en localidades como Palomares del Río, Dehesa de Abajo y Cañada de los Pájaros.

En todo caso, desde Salud hacen un llamamiento a la calma. «No esperamos un escenario como el de 2020», tranquiliza Ameyugo. En aquel año se produjo el mayor brote del virus del Nilo Occidental en Andalucía, con 71 casos humanos de meningoencefalitis y siete fallecidos. A partir de entonces se puso en marcha un ambicioso protocolo de vigilancia que ha sido incluso demandado por otras comunidades, con trampeos en municipios de riesgo y vigilancia entomológica, que se suma a la de la Estación Biológica de Doñana en caballos. Gracias a ello y a los planes municipales se ha logrado reducir al máximo la incidencia de esta enfermedad emergente: en 2021 se notificaron seis casos, en 2022 solo dos y en 2023 otros dos.

Las lluvias, decisivas

Salud reconoce que esta bajada de la incidencia no solo se debe al éxito de su plan de prevención, también a la ausencia de lluvias. «La sequía puede ser un factor con un peso muy importante en el descenso de casos, a través de la disminución de los espacios de encharcamiento. Mientras que la abundancia de lluvias en 2020, con el agravante de que el largo confinamiento , que impidió algunas de las prácticas agrícolas habituales, pudo influir decisivamente en la explosión de casos de 2020», apuntan desde Salud.

Este año ha sido más lluvioso que los anteriores y las temperaturas invernales han sido suaves, el escenario propicio para la proliferación de mosquitos. Aún así, el subdirector de Protección de la Salud insiste en rebajar la alerta. «Vamos a esperar a ver qué pasa con las lluvias de mayo, pero tenemos un buen sistema de control», añade. No obstante, recuerda que «la probabilidad de que te pique un mosquito infectado con virus del Nilo Occidentales baja y más baja es la probabilidad de desarrollar un cuadro grave».

En este sentido, explica que el 80% de las personas que se infectan por el virus del Nilo Occidental no presentan síntomas de ningún tipo y que solo el 20% restante puede desarrollar sintomatología leve con forma de cuadro pseudogripal (dolor de cabeza, fiebre, decaimiento, dolor muscular). De todos los casos, sólo el 1% presenta un cuadro grave de meningitis, encefalitis, parálisis flácida aguda o síndrome de Guillain-Barré.