Dos osos pardos europeos causaron un considerable revuelo el pasado lunes en un parque de vida salvaje al suroeste de Inglaterra al lograr salir de su recinto. El incidente puso en alerta a las autoridades y al personal del centro.

La alerta llevó a la dirección del Wildwood Devon a activar un protocolo de emergencia, que incluyó la llamada a la policía local y el despliegue de una unidad especializada en el uso de armas de fuego como medida de precaución. Pese a ello, los osos pardos no mostraron realmente un comportamiento violento en ningún momento, su objetivo era muy diferente y lo consiguieron con creces en lo que ha sido una historia bastante cómica.

Sin embargo, la tensión inicial se disipó rápidamente cuando Mish y Lucy, los dos ejemplares fugados, fueron localizados poco después en una zona de personal, durmiendo plácidamente junto a un botín de lo más dulce.

La siesta más dulce

Los dos hermanos, que se habían ausentado de su hogar forestal, fueron descubiertos en el almacén de provisiones del parque tras haberse dado un festín. Habían devorado las existencias de miel previstas para una semana, un festín de miel que puso fin a su aventura, tal y como recoge el medio NBCnews.

Según explicó Mark Habben, director de operaciones zoológicas del parque, los osos salieron por una puerta trasera que había quedado abierta mientras el personal trabajaba con vehículos en el área de servicio. El responsable del centro enfatizó que los animales nunca estuvieron en zonas accesibles para los visitantes, limitando su deambular a las áreas de personal del parque, donde se preparan los alimentos.

Aprovechando su libertad temporal, y guiados por un sentido del olfato notablemente superior al humano (hasta 2.000 veces más potente), los osos se dirigieron directamente hacia la cocina y el almacén de comida. Justo una hora antes de la fuga, había llegado un nuevo envío de alimentos frescos. Los osos consumieron todas las bananas, manzanas y el resto de fruta y verdura que encontraron a su alcance.

Tras el festín de fruta y verdura, localizaron los botes de miel, el manjar que pareció ser su principal objetivo. Después de devorar la cantidad equivalente al consumo de una semana, simplemente se quedaron dormidos allí mismo.

La aventura duró alrededor de una hora. Finalmente, Mish, que pesa unos 181 kilogramos, regresó caminando tranquilamente a su recinto. Lucy, con un peso de unos 136 kilogramos, lo hizo corriendo tras escuchar el sonido de una campana con la que están adiestradas. Mish y Lucy son osos pardos europeos que fueron rescatados siendo cachorros en Albania en 2019. Inicialmente, se planteó reintroducirlos en Rumanía, pero finalmente el parque Wildwood les construyó un hogar forestal a medida.

El director Habben describió a los osos como ejemplares muy curiosos y amistosos, con un carácter lúdico y notablemente interesados por todo lo que les rodea.