Mascotas

Mucho cuidado con los mosquitos y tu perro: pueden picarle aunque no te lo creas

La llegada del calor trae consigo un incremento notable en la población de mosquitos, que no discriminan entre humanos y animales

Un perro dejándose acariciar
Un perro dejándose acariciarShutterstock

El incremento de las temperaturas eleva el riesgo de picaduras de mosquitos en mascotas. La creencia de que el pelaje canino protege es inexacta, lo que puede acarrear serias consecuencias.

Así cuerpo de los perros presenta zonas con escasa o nula cobertura de pelo, convirtiéndolas en puntos vulnerables para las picaduras. Abdomen, orejas, hocico, ingles y muslos quedan expuestos.

Las picaduras pueden causar desde irritación cutánea hasta reacciones alérgicas o infecciones. El riesgo de mayor calado radica en la transmisión de enfermedades graves, que pueden ser mortales si no se detectan y tratan a tiempo.

Las enfermedades transmitidas por mosquitos: un riesgo real

Ciertas especies de mosquitos transmiten patologías graves. En España, el flebótomo (Phlebotomus perniciosus) y el mosquito común (Culex pipiens) son de relevancia veterinaria, notables en regiones cálidas y húmedas. Su actividad se intensifica entre el atardecer y la medianoche, elevando el riesgo para mascotas.

De esta manera flebótomo transmite la leishmaniosis canina (Leishmania infantum), que afecta a múltiples órganos. Es endémica en el sur de Europa, con hasta el sesenta por ciento de los perros sin prevención. La vacuna no es totalmente protectora; los repelentes y el control ambiental resultan importantes.

El mosquito común transmite la dirofilariosis, o gusano del corazón. Afecta al corazón y al sistema respiratorio. Las larvas se desarrollan en arterias pulmonares y el ventrículo derecho, pudiendo provocar insuficiencia cardíaca letal sin intervención.

La prevención es clave para minimizar el riesgo de picaduras. De primavera a otoño, es crucial extremar las precauciones, sobre todo en zonas de riesgo rurales o con alta humedad.

El mercado ofrece productos para repeler mosquitos y otros parásitos: collares, pipetas y espráis. La elección debe ser siempre bajo asesoramiento veterinario. No hay que aplicar a los perros repelentes de uso humano, por su toxicidad.

Además de los productos específicos, se aconsejan medidas complementarias: evitar paseos en horas de máxima actividad de los mosquitos, instalar mosquiteras y eliminar fuentes de agua estancada (charcos, recipientes). Esto contribuye a reducir la población de insectos.

Es recomendable revisar la piel del animal en busca de protuberancias, enrojecimiento o rascado. Para una reacción leve, limpiar con agua tibia y jabón neutro. Si se observan síntomas más graves como inflamación severa, fiebre, decaimiento o dificultad respiratoria, la visita al veterinario debe ser inmediata.