Cargando...

Conoce los síntomas

Alerta de la OMS por catalogarlo como uno de los tres dolores más graves conocidos: es “lacerante y penetrante”, lamenta esta afectada

La Neuralgia del Trigémino aflora en acciones tan comunes como masticar o sonreír. Cristina, de Huesca, ofrece su duro testimonio

Neuralgia del Trigémino larazonArchivo

La Neuralgia del Trigémino, un trastorno que afecta a más de 35.000 personas en España, ha conmemorado su Día Internacional este mismo mes. La Organización Mundial de la Salud (OMS) la cataloga como uno de los tres dolores más graves conocidos. Anualmente, se diagnostican unos 2.000 nuevos casos en el país, lo que implica que al menos un 0,3% de la población desarrollará esta afección a lo largo de su vida.

Este gravísimo dolor facial interfiere con las actividades más básicas y cotidianas. Suele aparecer al realizar acciones tan normales como masticar, hablar, sonreír, bostezar, lavarse la cara o los dientes y afeitarse. El impacto es profundo: un 34% de los afectados ve mermada su capacidad laboral. Además, la incidencia de la depresión y la ansiedad es casi tres veces superior en esta población que en el resto.

La mayoría de los que la padecen desconocían de su existencia hasta que son diagnosticados. El inicio de la enfermedad es a menudo inesperado, como le sucedió a Cristina, vecina de Huesca. Ella no olvida el comienzo de su dolor en octubre de 2018. El primer síntoma lo sintió mientras estaba comprando: "al retirarme el pelo de la cara noté como un calambre en el cuero cabelludo", explica en 'Diario del Alto de Aragón'. En ese instante tuvo la certeza de que le pasaba “algo raro”.

La incapacidad en el día a día

Tras experimentar "cosas raras en la cara" días después mientras se desmaquillaba, acudió a su médico, que le anticipó un posible origen neurológico. La resonancia confirmó el diagnóstico de Neuralgia del Trigémino. Siete años después, Cristina experimenta ciclos de la dolencia: periodos en los que no siente ningún dolor y puede hacer “vida normal”, y otros en los que sufre brotes incapacitantes que duran alrededor de seis meses, con una frecuencia de cada dos años. En el citado medio local la oscense describe el dolor como “lacerante y penetrante”, reconociendo haber “llorado en muchas ocasiones”.

Las crisis alteran radicalmente su estado de ánimo y sus funciones básicas. “Te cambia el humor, estás cansada de pasarlo mal, no puedes hablar, te duele al tragar la saliva, al lavarte los dientes…”, relata. La sensibilidad de la piel se dispara, sintiendo dolor incluso cuando le cae el agua de la ducha o el aire toca sus mejillas. El dolor se puede presentar en tres zonas: la oftálmica o superior (cuero cabelludo y frente), la maxilar o media (mejilla, maxilar superior y labio), y la mandibular o inferior (dientes y labio inferior).

La edad media de los afectados

Por otro lado, Cristina lamenta que “no hay ningún analgésico potente que te puedas tomar y te quite el dolor”, obligando a los enfermos a “resignarse”, “aguantar” e intentar “estar tranquila” durante los brotes. Actualmente se encuentra de baja laboral desde el mes de abril y, además de la medicación habitual, le han prescrito una nueva pastilla para controlar los espasmos.

Los expertos explican que el nervio trigémino se extiende por la frente, el ojo, la mejilla y la mandíbula, controlando la musculatura de la masticación y la sensibilidad facial. La neuralgia afecta predominantemente a pacientes adultos, con un pico alrededor de los 50 años, y es ligeramente más común en mujeres (proporción 1,5 a 1). Los pacientes experimentan un dolor súbito y muy grave, similar a una descarga eléctrica, ante casi cualquier estímulo táctil o térmico. Esta condición altera la calidad de vida de forma significativa, hasta el punto de ser, según los expertos, un motivo extraordinario de suicidio.