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Ejercicio

¿Cuántos pasos al día debemos dar para alargar nuestra esperanza de vida?

Aunque cada vez vivimos más y mejor, para llegar a una edad avanzada con buena salud debemos hacer ejercicio diario. Ya que ciertas actividades físicas en cantidades adecuadas pueden reducir el riesgo de muerte prematura hasta en un 70%

Para aumentar nuestra esperanza de vida, debemos hacer ejercicio diario
Para aumentar nuestra esperanza de vida, debemos hacer ejercicio diarioLa Razón

Aunque hasta hace no tantos años la esperanza de vida rondaba los 30 años, con una mortalidad infantil que se aproximaba al 50%, el ser humano ha dejado de estar acostumbrado a vivir acompañado por la muerte. Gracias a la mejora de la calidad de vida y a los avances en medicina y tecnología, nuestro tiempo en el planeta se ha visto alargado de forma sin igual, por lo que es normal encontrar personas con 90 años sin demasiadas dificultades. Pero, para poder llegar a ello debemos de gozar de una buena salud. En ese aspecto y según los expertos de la salud, ciertas actividades físicas en cantidades adecuadas reducen el riesgo de muerte prematura hasta en un 70%. Por tanto, para aumentar nuestras posibilidades de gozar de una larga y prospera vida, debemos hacer ejercicio diario, pero ¿cuánto ejercicio debemos hacer para una mejora en nuestra salud?

¿Cuántos pasos debemos dar al día?

Dos jóvenes hacen footing en el parque del Retiro
Dos jóvenes hacen footing en el parque del Retirolarazon

Para dar respuesta a esta pregunta, investigadores de la Universidad de Massachusetts, junto al CDC y otras instituciones y publicado en “JAMA Network Open”, se centraron en el número de pasos que debe dar una persona para alargar su vida. Así que recurrieron a los datos recopilados en los últimos años por un estudio en curso sobre la salud y las enfermedades cardiacas en hombres y mujeres de mediana edad. La mayoría de los participantes se habían incorporado al estudio unos 10 años antes. En ese momento, se sometieron a evaluaciones médicas y llevaron un rastreador de actividad que registraba la cantidad de pasos que realizaban todos los días, esta evaluación se produjo durante una semana. A continuación, los investigadores extrajeron los resultados de más de 2.000 participantes y cotejaron sus nombres con los registros de defunción. Descubrieron que 72 de las personas que se habían sometido al estudio, habían muerto en los últimos 10 años, un número que no resultaba sorprendente dada la relativa juventud de las personas. Pero los científicos también observaron una estrecha relación entre el número de pasos y la mortalidad. Los hombres y mujeres que acumulaban más de 7.000 pasos diarios cuando se incorporaron al estudio tenían un 50% menos de probabilidades de haber muerto que los que daban menos de 7.000 pasos, y los riesgos de mortalidad seguían disminuyendo a medida que aumentaban el número de pasos, hasta llegar a un 70% menos de probabilidad de muerte prematura entre los que daban más de 9.000 pasos. Pero a partir de los 10.000 pasos, los beneficios se estabilizaron. “Hubo un punto de disminución de beneficios”, explica Amanda Paluch, profesora asociada en la Universidad de Massachusetts, quien estuvo a cargo del estudio, a lo que añadió: “Los participantes que daban más de 10.000 pasos al día, o incluso muchos más, en pocas ocasiones tuvieron vidas más longevas que las personas que daban un mínimo de 7.000 pasos”.

Por otro lado, en otro estudio, publicado en mayo en la revista “Mayo Clinic Proceedings”, determinó unos niveles de actividad muy similares como la mejor apuesta para una mejora de la calidad de vida. En el estudio se utilizaron datos del Estudio del Corazón de la ciudad de Copenhague, que había reclutado a decenas de miles de adultos desde los años setenta para conocer el número de horas a la semana que practicaban deporte. Los investigadores se centraron en 8.697 daneses que se habían incorporado al estudio en los años noventa, anotaron sus hábitos de actividad de aquel entonces y cotejaron sus nombres con los registros de defunción. 25 años después, aproximadamente la mitad había muerto. Por otra parte, los que declararon hacer algo de ejercicio, entre 2,6 y 4,5 horas a la semana, cuando se incorporaron al estudio tenían un 40% menos de probabilidades de haber muerto. Los investigadores trasladaron esas horas de ejercicio a un número de pasos, estableciendo que las personas que realizan ejercicio durante 2,6 horas a la semana probablemente acumularían entre 7.000 y 8.000 pasos por día. “El grupo activo, el que hace 10 horas o más de ejercicio a la semana, perdió aproximadamente un tercio de los beneficios en su mortalidad en comparación con los que se ejercitaban durante 2,6 a 4,5 horas por semana”, sostuvo James O’Keefe, profesor de Medicina en la Universidad de Missouri y uno de los autores del estudio.