Sección patrocinada por
Alimentación
La superfruta de otoño con propiedades antioxidantes que aumenta el impulso sexual
La granada es una importante fuente de fibra, minerales como potasio, fósforo, magnesio y calcio, y vitaminas C, A, E, B6 y K
Consumir frutas y hortalizas de temporada es beneficioso tanto para la salud como para el ecosistema y la economía doméstica. Las frutas tradicionales del otoño son, entre otras muchas, el membrillo, el pomelo, el aguacate, el mango, la chirimoya y la granada. Esta última se ha consagrado como un superalimento por sus beneficiosas propiedades para el organismo.
La granada (Punica Granatum) es una infrutescencia, es decir, pequeños frutos individuales que se encuentran unidos dentro de un receptáculo y que aparentan ser un solo fruto.
Por su escaso contenido en hidratos de carbono tiene un bajo nivel calórico. La granada está compuesta mayoritariamente por agua, pero es una importante fuente de fibra, minerales como potasio, fósforo, magnesio y calcio, y vitaminas C, A, E, B6 y K. Sin embargo, por lo que más destaca es por su alto poder antioxidante.
La granada contiene polifenoles, que dan el color rojo a las semilla. De todos ellos, destaca la punicalagina que a través de la microbiota intestinal de cada persona se transforma en un tipo de compuestos llamados urolitinas, que son los que realmente presentan los efectos positivos en nuestra salud.
Estos compuestos naturales ejercen efectos saludables en el cuerpo porque son unos poderosos antioxidantes que pueden ayudar a eliminar los radicales libres, proteger a las células de daños y reducir la inflamación. Según la revista Medical News Today, el zumo de granada contiene niveles más altos de antioxidantes que la mayoría de los otros jugos de frutas y tres veces más que el vino tinto o el té verde.
Según un estudio publicado por la Federación de Sociedades Americanas de Biología Experimental, el extracto de granada es una fuente rica y variada de biofenoles antioxidantes y su consumo puede rebajar los factores de riesgo cardiovascular al reducir la presión arterial sistólica y diastólica, y el estrés oxidativo inducido por el ejercicio. El experimento demostró que la ingesta de la granada también rebaja los niveles de estrés y mejora la calidad de vida. Sin embargo, la granada puede reaccionar negativamente con los medicamentos para la presión arterial y el colesterol como las estatinas.
Además, se considera que estos antioxidantes presentes en el zumo de granada y su alta concentración detienen el progreso de la enfermedad del Alzheimer y protegen la memoria.
Como antiinflamatorio, la granada puede reducir la inflamación intestinal y mejorar la digestión. En este sentido puede ser beneficiosa para las personas con enfermedad de Crohn, colitis ulcerativa y otras enfermedades intestinales inflamatorias. Además, sus flavonoles pueden ayudar a bloquear la inflamación que contribuye a la osteoartritis y al daño de los cartílagos y reducir la inflamación de otras partes del organismo, según Medical News Today.
En cuanto a la aportación de vitamina C, el zumo de una sola granada contiene más del 40 % de la ingesta diaria recomendada. Además, esta fruta también ha demostrado ser antibacteriana y antiviral en pruebas de laboratorio, por lo que se está estudiando sus efectos en las infecciones y virus comunes.
Por último, tomar zumo de granada incrementa los niveles de testosterona, una de las hormonas que se encuentra detrás del impulso sexual, según un estudio llevado a cabo por la Universidad Queen Margaret de Edimburgo. Según ese experimento tomar un vaso de zumo de granada durante dos semanas aumentaba la testosterona un 30%, tanto en hombre como en mujeres.
Además, han demostrado que su alta concentración en antioxidantes convierten el zumo de granada en una potencial ayuda para la fertilidad, ya que el estrés oxidativo causa disfunción en el esperma y disminuye la fertilidad en las mujeres.
✕
Accede a tu cuenta para comentar