Lenguas
¿Sabes por qué en Cantabria tantas palabras acaban en "uco"? Aquí están las claves de la "maneruca" de hablar
Los jóvenes están dejando de usar este sufijo tan propio para cambiarlo por otras formas
Que el castellano tiene mil formas y maneras es algo que sabe cualquier persona que viva en España y que en Cantabria el queso es "quesucu", la manera es "maneruca" y la casa es "casuca", también se sabe.
Pero esa característica tan clásica de la forma de hablar de los cántabros tiene una razón de ser, y ha sido estudiada por varios filólogos, lingüísticas y expertos a lo largo de los años. ¿Tienes curiosidad por conocer las razones por la que la "tierruca" habla así? Aquí están las principales y cuidado, porque los jóvenes cada vez lo usan menos.
Uno de los primeros investigadores que se adentró en el estudio de esta realidad lingüística fue Menéndez Pidal, quien en sus obras "El dialecto leonés" (1906) y "Pasiegos y Vaqueiros" (1954) analiza algunos fenómenos característicos del habla de la zona. García Lomas fue el principal estudioso del habla de Cantabria del siglo pasado y ha publicado varias obras, como son "Estudio del dialecto popular montañés. Fonética, etimologías y glosario de voces" y "El lenguaje popular de la Cantabria montañesa. Fonética, recopilación de voces, refranes y modismos" (1949).
Ralph Penny se interesó más tarde por la forma de hablar de la zona del Pas y la de Tudanca, y elaboró algunas monografías dialectológicas como "El habla pasiega: ensayo de dialectología montañesa (1970) y Estudio estructural del habla de Tudanca (1978).
En los últimos años, destacan los trabajos de Carmen Fernández Juncal, profesora e investigadora de la Universidad de Salamanca, quien analizó desde el punto de vista dialectológico y sociolingüístico de la zona oriental de Cantabria.
Todos estos estudios concluyen que en Cantabria los diminutivos se hacen añadiendo los sufijos -uco -uca, esto pasa en el cien por cien de la población mayor de sesenta y cinco años, sin embargo, si se consulta en edades más tempranas algunos ya optan por usar el -ito o -ita; es decir, casita e lugar de casuca o perrito en lugar de perruco. ¡Cuidado que las nuevas generaciones que se están cargando algo tan arraigado en Cantabria como lo es su terminación preferida!
Hay datos muy interesantes que se pueden extraer del trabajo desarrollado durante 2019 y 2020 por Alberto Castillo, que analizó el habla de Santoña, en una investigación dirigida por la Universidad de Salamanca.
A partir de los resultados arrojados por el estudio, en el que se hicieron cientos de trabajos de campo a través de cuestionaros a los habitantes de la zona, se concluye que los mayores de 65 años y los menores de 25 presentan diferencias evidentes en su habla: en el grupo de los jóvenes, aquellos fenómenos propiamente locales están decreciendo en favor de otros más cercanos al estándar. Es decir, cuanto más jóvenes menos "palabrucas".
En las conclusiones de este estudio se recoge que "el uso del diminutivo -uco/-uca es considerablemente menor en jóvenes que en personas mayores, con la salvedad de la voz niño, en la que se impone la forma niñuco (90% de los jóvenes). Dejando a un lado esta excepción, parece que el sufijo -ito/-ita está ganando terreno entre las nuevas generaciones".
El sufijo "uco" denota normalmente cariño y se utiliza de forma habitual, pero siempre en un lenguaje coloquial. Es más utilizado en zonas rurales que en ciudades como Santander, aunque su uso es generalizado.
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