El confinamiento en un centro de menores: juegos, cine y una scape-room

La juventud es sinónimo de vitalidad, de salir y entrar, de ocio con los amigos. Por ello, también los jóvenes están demostrando un comportamiento ejemplar durante este estado de alarma permaneciendo en sus residencias. Lo están haciendo especialmente bien los menores del centro “Juan Pablo II” de Segovia que, como compensación, cuentan estos días con una serie de actividades para pasar de la mejor manera el confinamiento

Así, disponen de juegos, talleres de cocina y repostería, manualidades, cine con palomitas y una scape-room para dar caza al Covid-19 según ha explicado la directora del centro, Marta Gómez, en nombre de todo el equipo de profesionales, quien ha felicitado a los niños y jóvenes porque, desde el principio, “se han mostrado comprensivos, sensibilizados y respetuosos con la situación de alarma sociosanitaria que estamos atravesando y con las medidas adoptadas al efecto”.

Los residentes participan y colaboran de “forma activa” en la organización y en las rutinas diarias establecidas durante estas semanas que son especialmente duras para ellos por tener que “permanecer alejados de sus familias, sus parejas o sus amigos durante tanto tiempo”, ha detallado.

La actividad que más éxito ha tenido entre los niños y adolescentes es una habitación de escape en el centro para dar caza al Coronavirus. Según los diferentes grupos de edad, los residentes solucionaron las difíciles pruebas que les llevaron a encontrar el antídoto contra el virus y a recoger su recompensa: un cargamento de gominolas para compartir entre todos.

El presidente de la Diputación de Segovia y titular del Área de Servicios Sociales, Miguel Ángel de Vicente, optó desde el primer momento por dedicar una mayor atención al día a día de la residencia juvenil, reforzando también el personal educativo del centro, incorporando a cinco de los Técnicos de Inclusión Social de los CEAAS de la provincia.

Desde la Diputación han recordado que también se sumó a sus esfuerzos, el pasado 11 de abril, la Policía Nacional, que se acercó con sus vehículos, con luces y sirenas a las instalaciones de la Residencia para acompañar a los menores y el personal en el aplauso diario a los profesionales sociosanitarios.