Economía
Ávila contiene la respiración ante el cierre de Nissan en Barcelona
El Ayuntamiento confía en la palabra dada por la multinacional de que pasara lo que pasara en Cataluña no afectaría a la planta abulense mientras los trabajadores apoyan a sus compañeros
Dice el sabio refranero popular que “el que avisa no es traidor”, algo que tristemente se cumple con el anuncio por parte de Nissan de que va a cerrar su planta de Barcelona, dejando en la calle a más de tres mil trabajadores. Una decisión que se veía venir en los últimos meses porque la multinacional nipona ya lo había dejado entrever en varias ocasiones, pero como el cuento de Caperucita, cuando al final el lobo llega para comerse a la niña, nadie se lo cree, hasta que ocurre de verdad. Y la crisis del coronavirus, que está afectando sobremanera al sector de la automoción, donde apenas se venden coches desde hace casi tres meses, ha dado la puntilla.
El cierre de la fábrica catalana supone también que el resto de fábricas de la compañía automovilística nipona en España, como la cántabra de los Corrales del Buelna, o la que más afecta a esta Comunidad, la que funciona en Ávila, contengan la respiración, deseando que no les toque a ellos. Algo que, de momento, parece que no va a ocurrir, aunque nunca se sabe y tal y como están las cosas en este sector y los movimientos que se están produciendo en la Alianza Nissan-Renault-Mitsubishi, cualquier cosa puede ocurrir.
Desde el Gobierno de España, la vicepresidenta y ministra de Asuntos Económicos y Transformación Digital, Nadia Calviño, acaba de asegurar en una entrevista en Los Desayunos de TVE que el Gobierno de España no arroja la toalla y se encuentra en conversaciones con Nissan “para ver cómo se puede encauzar” el proceso planteado por el fabricante,.
“Lamentamos evidentemente una noticia que no es positiva. Hemos propuesto a la empresa poner en marcha un proceso de discusión y de negociación para ver cómo se puede encauzar este proceso, porque se trata de una planta con sentido estratégico al ser la planta más importante de la compañía en Europa”, apuntaba la ministra en este programa de La 1, quien advertía de que las inversiones necesarias en la planta son inferiores al coste estimado de cerrarlas.
Desde la capital amurallada no esconden su preocupación, según ha podido saber este periódico. Si bien, quieren ver el vaso medio lleno en lugar de medio vacío, y confían en la palabra dada por la compañía que recientemente aseguraba su voluntad de mantener los acuerdos pactados con las administraciones central y regional para que la planta de Nissan en Ávila continúe en marcha y, de esta forma, asegurar el empleo, con más de cuatrocientos trabajadores en esta factoría que ahora se dedica a los recambios tras más de sesenta años fabricando camiones y que suponen un motor económico para la ciudad, así como la actividad en unas instalaciones que se están renovando para su reconversión y en las que se van a invertir más de 27 millones de euros.
“Pase lo que pase, Ávila y Cantabria van por libre, y la planta de Ávila sigue su propio plan como se había trazado antes de la Covid-19 porque el negocio de productos de vehículos es diferente al de recambios″, apuntaban hace apenas unos días los responsables de Nissan Europa y España al comité de empresa en una reunión solicitada por la representación de los trabajadores cuando los rumores sobre el cierre de la planta de la zona franca de Barcelona era más que fundados.
Unas palabras que a lo largo de la mañana se han confirmado, por parte del presidente de Nissan en Europa, Gianluca de Ficchy, en una rueda de prensa de telemática tras saltar la noticia del cierre de la planta barcelonesa. “Las operaciones de Nissan en Ávila no se ven afectadas y la planta abulense, al igual que la de Cantabria, seguirán hoy y mañana bajo el paraguas de Nissan”, decía el directivo, que insistía en que en la capital amurallada se fabrican sobre todo vehículos “que están llegando al final de su fase productiva” y que su futuro está más relacionado con otros negocios de la multinacional.
Desde el Gobierno autonómico, el consejero de Economía y Hacienda, Carlos Fernández Carriedo, temporalmente responsable también de la cartera de Empleo e industria,recordaba hace unos días la “importante” vinculación histórica de Nissan con Ávila, fraguada durante muchos años de buenas relaciones y esfuerzo por parte de todos los implicados en los distintos planes industriales puestos en marcha. “No se puede comprender Castilla y León sin La Alianza ni La Alianza sin Castilla y León”, aseguraba Fernández Carriedo, quien apuntaba también que las factorías de La Alianza ubicadas en la Comunidad “están entre las más competitivas” del grupo a nivel mundial.
Además, el vicepresidente Francisco Igea, preguntado este mediodía durante la rueda de prensa posterior al Consejo de Gobierno sobre las consecuencias de esta decisión de Nissan, por su alianza con Renault, en lo que pueda anunciar este viernes la compañía francesa ante los rumores de posibles reestructuraciones, se mostraba “tranquilo", ya que, en su opinión, las plantas de Valladolid y Palencia “son las más competitivas de la marca del rombo en Europa”.
Podemos urge a un cambio del modelo productivo
Nada más conocerse la noticia, desde Castilla y León, el primero que se pronunciaba sobre el cierre de Nissan en Barcelona era el secretario regional de Podemos, Pablo Fernández, quien en su cuenta de Twitter muestra se inquietud por el futuro de la planta de Ávila. “Es un durísimo golpe y hay que trabajar ya en busca de alternativas para salvaguardar los empleos”, escribe en un tuit Fernández, donde también urge a cambiar el modelo productivo y recuperar la soberanía industrial frente al “neoliberalismo salvaje”.
“Todos somos Nissan”
Mañana movida e inquieta en las fábrica abulense de Nissan, donde desde hace dos años elaboran recambios para vehículos de la marca Renault, dentro de la alianza que mantienen ambas compañías junto a Mitsubishi también. Un cambio que recordaban los doscientos trabajadores de los 450 de la planta que se encuentran en estos momentos trabajando en pandemia, a los que se sumaron también desde el exterior de las instalaciones de la factoría algunos de los trabajadores que están regulados, para dar ánimos a sus compañeros catalanes ante el anuncio del cierre de la planta barcelonesa.
Al grito de “Todos somos Nissan” y con el puño en alto, todos ellos mostraban su “repulsa” por el cierre de las plantas de la compañía nipona en la Zona Franca de Barcelona en una manifestación que arrancaba con un minuto de silencio y en la que se respetaban las distancias de seguridad por la Covid-19.
El presidente del comité de empresa de Nissan Ávila, Felipe González, se dirigía después a sus compañeros para denunciar la falta de compromiso de la empresa y advertir las fatales consecuencias de dejar a más de tres mil familias en la calle. "Al final, mucho compromiso y palabrería pero a Nissan le ha importado tres cominos el puesto de trabajo de los compañeros de Barcelona”, se quejaba.
Pero pese a la mala noticia, González llamaba a los compañeros de Barcelona a pelear hasta el final y no arrojar la toalla, y ponía como ejemplo el caso de Ávila, cuya planta estaba desahuciada hace dos años, pero se consiguió salvar gracias a una reestructuración en la que dejaron de fabricar camiones para elaborar recambios para vehículos de la Alianza franco-nipona.
En cuanto al futuro de la factoría abulense, aunque el sabio refranero popular recuerda que “cuando las barbas de tu vecino veas pelar, pon las tuyas a remojar”, el representante d elos trabajadores aseguraba que en estos momentos el plan previsto para Ávila sigue adelante y que las obras de esa transformación industrial continúan “a buen ritmo” para levantar la nave de estampación tras un parón obligado provocado por la pandemia.
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