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El Valladolid tira otro partido ante un Huesca que remonta dos goles

Los de Sergio González siguen sin ganar y en puestos de descenso lastrado por errores defensivos garrafales

El centrocampista del Huesca Jaime Seoane (d) salta a por un balón con Rubén Alcaraz (c), del Valladolid, durante el partido de Liga en Primera División que disputan este domingo en el estadio de El Alcoraz, en Huesca. EFE/Javier Blasco
El centrocampista del Huesca Jaime Seoane (d) salta a por un balón con Rubén Alcaraz (c), del Valladolid, durante el partido de Liga en Primera División que disputan este domingo en el estadio de El Alcoraz, en Huesca. EFE/Javier BlascoJavier BlascoEFE

Era un duelo de necesidades. De muchas necesidades y tanto Valladolid como Huesca tendrán que espabilar. Un partido para sacar muchas conclusiones. El Valladolid de antaño, con un 0-2 a favor, pocas veces dejaba escapar los partidos. Pero este año la defensa es una verbena, con errores garrafales que no se pueden permitir en esta categoría (y ya van unos cuantos) y menos mal que hay portero, por que gracias a Roberto, el equipo pucelano lograba un punto en El Alcoraz. Punto que sirve para abandonar el farolillo rojo, aunque se sigue en puestos de descenso, y el próximo domingo, una auténtica final ante un Alavés, también abajo.

Y a rezar para que los nuevos se vayan acoplando y den otro aire a un conjunto que echa de menos el gol, con un Guardiola inoperante y perdido, unos extremos que rompen poco o nada, y unos centrales, al menos lo visto hasta ahora, con carencias y errores imperdonables. Y un entrenador, también, que con los recursos que tiene no los está sabiendo aprovechar y gestionar. Lo de los cambios, en especial, lo de los delanteros, inexplicable.

Sergio apostó por una defensa inédita, sólo Nacho respecto a la temporada pasada, pero con la vieja guardia de medio campo hacia arriba jugando con un solo delantero, Guardiola, con Toni Villa de media punta y Waldo y Plano por las bandas.

El Huesca, por eso de jugar en casa, que es un decir, al no haber público en las gradas, se hizo con la posesión de balón ante un Valladolid que esperaba su momento. Eso sí, los de Michel sin profundidad alguna y sin llegadas al área. Los minutos fueron pasando con un juego insulso, carente de ritmo, por ambos contendientes y sin arriesgar lo más mínimo, conscientes de que un error, en este tipo de partidos, puede significar la derrota.

Alcaraz probó a Andrés Fernández en una falta al borde al área y Rafa Mir cabeceaba para los locales mediada la primera parte con unos buenos reflejos de Roberto, que desbarataba la ocasión.

El juego discurría, sin más, hasta que en un córner muy bien puesto por Óscar Plano, Bruno ganaba a su oponente en el área para lograr el primer tanto del partido. El Valladolid, animando por el gol se envalentonaba con contraataques que no llegaban a buen puerto, por lo que carece este equipo en las últimas temporadas, ese último pase, a pesar de los intentos de Toni Villa arrancando en un par de ocasiones desde el medio del campo.

Pero fue Rafa Mir el que tuvo la igualada antes del descanso con un preciso cabezazo que Roberto volvía a atajar, esta vez con una formidable parada, haciendo que el 0-1 fuera el resultado con el que se llegaba al descanso.

Y de auténtica locura fueron los diez primeros minutos de la segunda parte. Primero Toni provocaba un penalti que esta vez Waldo lo mandaba a la red. Era el 0-2 y parecía partido cerrado para los de Pucela. Pero en el saque de centro, un pase filtrado de Ontiveros, deja sólo a Rafa Mir tras un fallo incomprensible de Bruno, para hacer el 1-2-.Y a renglón seguido Roberto sacaba una mano prodigiosa a un remate de Siovas y Sandro, un expucelano negado de cara al gol la pasada temporada, le bastaban 19 segundos en el campo para hacer su primer gol con el Huesca y el empate del partido.

Sergio movió ficha y el partido se tranquilizó por unos minutos hasta que otra vez Siovas, a falta de diez minutos pudo hacer el tercero para los locales, pero el balón se estrellaba en la madera. Y Roberto otra vez salvador, sacaba una buena mano cuando el partido expiraba y Marcos André tuvo la victoria en sus pies, tras una excelente maniobra en el área pero su remate lamía el palo.

Un empate que no deja satisfecho a nadie, y menos a un Valladolid que tuvo la victoria en sus manos, pero que al final se llevaba un punto gracias a su portero. Y el domingo el Alavés, que hoy ha perdido con el Elche, y también se halla en una dinámica muy peligrosa.