Pandemia
Los rastreadores del Ejército de Tierra localizan más de cien mil contactos estrechos
Mantiene una Unidad de Vigilancia Epidemiológica en Castilla y León, cuya dirección se encuentra en las instalaciones del Cuartel General de la División San Marcial, en Burgos.
La labor de los rastreadores ha sido fundamental a la hora de contener la expansión del virus. Su trabajo constante intentando estrechar el cerco de los positivos que se iban notificando, para aislar a los más cercanos y evitar que el virus se expandiera más si cabe ha sido arduo. Y el Ejército, en este caso el de Tierra, también se ha sumado a esta tarea con sus efectivos más preparados, con motivación y compromiso con los ciudadanos como siempre que se necesita de su ayuda.
De hecho, desde que el pasado 24 de septiembre se llevó a cabo la transferencia de responsabilidad de la Unidad Militar de Emergencias (UME) al Ejército de Tierra en las tareas de vigilancia epidemiológica en Castilla y León, dando continuidad a la misión Baluarte iniciada por las Fuerzas Armadas, la Unidad de vigilancia epidemiológica (UVe) creada para tal efecto, la División San Marcial, ha realizado seguimiento a unos 78.000 casos positivos por coronavirus, los cuales han generado más de 300.000 llamadas telefónicas, dando como resultados la localización de más de cien mil casos de contacto estrecho con casos positivos.
Esta UVe ha incorporado de forma progresiva Secciones de Vigilancia Epidemiológica (SVe) del Ejército de Tierra y del Ejército del Aire, con sedes en Burgos, León, Salamanca, Valladolid y Madrid, hasta completar los 480 rastreadores solicitados por la Junta de Castilla y León, doblando de esta forma el número de efectivos solicitados inicialmente.
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