Religión
Inicio descafeinado de la Semana Santa en Castilla y León
La mayoría de los actos del tradicional Domingo de Ramos se tienen que realizar dentro de los templos por la situación sanitaria
Castilla y León vivió un descafeinado inició de Semana Santa por segundo año consecutivo como consecuencia de la pandemia provocada por el coronavirus. La mayoría de los actos en uno de los días más populares y multitudinarios durante La Pasión, como es el Domingo de Ramos, se tuvieron que llevar a cabo dentro de los templos. Sí que es verdad que la situación es muy diferente a la del año pasado, ya que en 2020 la gente no podía salir de casa por el Estado de Alarma, y ahora en las calles se escucha el murmullo de los castellanos y leoneses, pero no se ollen los sonidos tradicionales de la Semana Santa.
En León la Semana Santa de León vivió su inicio formal con la celebración de la solemne misa estacional del Domingo de Ramos en la Catedral, que estuvo presidida por el obispo leonés, Luis Ángel de las Heras. Una celebración en un marco de restricciones por la Covid-19, que incluyó el rito de bendición de las palmas y que, debido a la situación sanitaria, no contó con la tradicional procesión posterior.
En la mayoría de las capitales de provincia la situación fue muy similar, los templos fueron los encargados de acoger a un número reducido de fieles para que pudieran recibir la bendición de sus palmas, pero sin los recorridos dando la bienvenida a Jesús, en la que los niños solían ser los grandes protagonistas.
En Palencia, por su parte, cientos de personas, con los niños como protagonistas y en medio de estrictas normas de seguridad sanitaria, han desfilado este Domingo de Ramos en Palencia ante el paso de la Entrada Triunfal de Jesús en Jerusalén, popularmente conocido como “La Borriquilla”.
Ante la imposibilidad, por segundo año consecutivo, de celebrar la procesión de la Entrada de Jesús en Jerusalén, propia del Domingo de Ramos, la Cofradía del Santo Sepulcro ha decidido abrir las puertas de su sede para que los devotos de la imagen puedan venerarla.
Con todas las medidas de seguridad -control de aforo, lavado de manos y mantenimiento de distancias-, los palentinos han desfilado ante la imagen y se han podido llevar el tradicional ramo de romero, aunque muchos ya portaban sus propias palmas y ramos.
La procesión de la Entrada de Jesús en Jerusalén es una de las más populares de la capital palentina, principalmente por la participación de muchos niños en el desfile. Se trata de la única procesión en la que los cofrades, que proceden de todas las cofradías, participan sin el rostro y la cabeza cubiertas por el capirote.
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