¿Cuál es el origen del Carnaval del Toro de Ciudad Rodrigo?

La localidad salmantina de Ciudad Rodrigo, limítrofe con nuestro país vecino de Portugal, ya lleva días vibrando ante el inicio de sus fiestas grandes, el Carnaval del Toro, que son los festejos en homenaje a Don Carnal más antiguos de España, y que tienen la peculiaridad de que unen lo taurino con el disfraz.

El año pasado no se pudieron celebrar por la pandemia, y por eso este 2022 será especial y los mirobrigenses, pero también los amantes de los toros, cuentan los minutos y los segundos que restan para que comiencen unas fiestas, declaradas de Interés Turístico Internacional así como espectáculo taurino tradicional, que atraen cada año a miles de turistas a pesar del frío que habitualmente suele hacer en estas fechas invernales.

Será el Viernes de Carnaval, 25 de febrero, cuando arranquen estos festejos que se prolongarán hasta el Miércoles de Ceniza, 2 de marzo, aunque la fiesta resurge nuevamente con fuerza una semana más tarde cuando las peñas y los vecinos vuelven a juntarse durante el denominado como Domingo de Piñata para degustar la carne de algunos de los toros que han sido lidiados y capeados en las fiestas.

Pero dicho, esto ¿Cuál es el origen del Carnaval del Toro de Miróbriga para que sean considerados los más antiguos del Reino de España?

Pues según algunos documentos que se conservan en el Archivo Municipal de Ciudad Rodrigo, estos festejos ya se celebraban en el siglo XV, concretamente en el año 1418, puesto que en uno de esos papeles en el que habla de las rentas del concejal, se nombran por vez primera a las talanqueras que deben colocarse para cuando se corrieran los toros.

Pero también existe otro documento, este en el Archivo General de Simancas, en el que se revela que durante el reinado de los Reyes Católicos, concretamente en el 1493. uno año después de la conquista de América, sus majestades piden a las autoridades de Ciudad Rodrigo que no se gasten tanto dinero en sus fiestas y en los toros.

“Parece que en esa ciudad se corren muchas veces los toros y en ellos se hacen demasiados gastos (...)” se lee en este documento por el cual el Carnaval del Toro de Ciudad Rodrigo es considerado el más antiguo de España.

También en el siglo XVI hay otros legajos en los que se habla de fiestas con máscaras y toros.

Respecto al origen de esta fiesta, existen teorías como que los vecinos aprovechaban el carnaval para poder comer carne y beber alcohol en exceso antes del inicio de la Cuaresma, que comienza el Miércoles de Ceniza y termina en la Misa de la Cena del Señor del Jueves Santo, y un periodo en el que la Iglesia no permite comer carne a los cristianos.

Otros testimonios y teorías hablan, por su parte, de que la tradición ganadera de esta zona de la provincia de Salamanca, con varias ganaderías de toro bravo, hace que estas fiestas tengan un claro componente taurino.

Algo que las hace únicas también, al juntarse los típicos festejos como los encierros a caballo por el campo y luego en las calles que corren los mozos, las capeas y desencierros de astados, como el Toro del Aguardiente, llamado así por que durante su suelta se reparte este licor entre los vecinos y turistas, o las corridas en el Bolsín Taurino con las peñas, las comparsas carnavaleras o los desfiles de disfraces y de carrozas en torno a la Plaza Mayor de Ciudad Rodrigo, que se transforma en un coso taurino y luce en todo esplendor durante estos días festivos.

A lo largo de la historia el Carnaval del Toro ha pasado por diversas situaciones que han complicado su desarrollo, como la crisis económica y social del siglo XVII agravada un siglo después por la Guerra de Sucesión e incluso prohibiciones, como la del Papado en el siglo XVI que prohibió que se pudieran celebrar festejos taurinos en plazas cerradas.

Pero estas cuestiones no pudieron con una fiesta muy arraigada entre la población que recuperó su esplendor a mediados del siglo XVIII con la corrida de toros anual. Y es en el año 1732, según cuentan documentos de la época, cuando se encuentran las primeras referencias a la celebración del Carnaval del Toro como tal en Ciudad Rodrigo y, desde entonces, no han faltado jamás los toros, ni siquiera durante los años de la Guerra Civil del 1936 al 1939 del pasado siglo.

Para este año, y aunque habrá fiesta, la pandemia condicionará un poco las celebraciones de la misma, y está previsto que no se celebren todos los actos como se hacía antes de la covid. El Ayuntamiento ha establecido limitaciones y, por ejemplo, parece que no se realizarán los tradicionales bailes de disfraces, ni tampoco la fiesta que tiene lugar en la carpa. Pero sí un carnaval de calle aunque con distancia y mascarilla.

El alcalde de Ciudad Rodrigo, el popular Marcos Iglesias, tiene claro que el Carnaval del Toro es una “importante inyección económica” para el municipio, razón que suma a la decisión tomada por los responsables municipales de llevar a celebración. Una medida que cuenta además con el beneplácito de la Junta, verificado con la Consejería de Sanidad, quien respondió al regidor que la situación es de “riesgo controlado”.

El alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, será quien pronuncie el pregón del Carnaval del Toro el próximo 25 de febrero en el Teatro Nuevo Fernando Arrabal.

Pero además de toros y disfraces, el turista que se acerque hasta Ciudad Rodrigo, podrá disfrutar de un lugar histórico y especial, y con mucho encanto, por cuanto el interior de la ciudad amurallada pone a disposición del visitante desde palacios, casas señoriales e incluso una catedral, como Villa Episcopal que es, además de degustar los productos del cerdo que se cría en las dehesas de la zona.