CCOO advierte de que aún hay profesiones de hombres y de mujeres

El Instituto Nacional de Estadística (INE) ha publicado la encuesta anual sobre estructura salarial correspondiente el año 2020 que, según CCOO, pone de manifiesto que la brecha salarial de género “se estrecha pero sigue latente”. La diferencia salarial entre hombres y mujeres en Castilla y León es de 5.235 euros anuales.

Mientras que el salario medio de los hombres en Castilla y León en 2020 fue de 25.549 euros, el de las mujeres se quedó en 20.314 euros. Los hombres disfrutaron del 3,6 por ciento más que el año anterior, por debajo de la media nacional que fue de 27.642 euros. En el caso de las mujeres el incremento fue del 4,6 por ciento, también por debajo de la media nacional de 22.467 euros, según informa el sindicato.

Si bien, a pesar de la reducción y de que el Salario Mínimo Interprofesional (SMI) ha subido y ha beneficiado más a las mujeres, la secretaria de Mujer y Políticas de Igualdad del sindicato en la Comunidad, Yolanda Martín, asegura que “queda mucho para ser iguales” porque “ellas aún tienen de media un salario más bajo que el de los hombres”.

Además, denuncia sigue habiendo profesiones femeninas y masculinas. “Estamos más dirigidas por nuestros roles de género hacia carreras y trabajos más feminizados como los sectores de cuidados, comercio y hostelería que están infravalorados, peor remunerados y en peores condiciones”, explica la dirigente sindical. Los hombres, según Martín, desarrollan profesiones vinculados a la industria y las tecnologías, las que más alta remuneración tienen y mejores condiciones.

Martín destaca que en un 85 por ciento a las mujeres les ofrecen trabajos a jornada parcial“porque nos siguen considerando la mano de obra barata de las empresas”. Además, los problemas de conciliación y corresponsabilidad siguen vigentes porque las mujeres se acogen más que los hombres a la reducción de jornada y a otros permisos.

Por ello, CCOO reclama más voluntad por la parte empresarial de mejorar tanto los salarios como las condiciones del empleo, y pide políticas de conciliación y corresponsabilidad que regulen las presencias y no las ausencias al puesto de trabajo, además de planes de igualdad como instrumentos necesarios para eliminar estas diferencias laborales entre hombres y mujeres, o la herramienta de valoración de puestos de trabajo.