Castilla y León forma a mujeres para que emprendan en el campo

El Gobierno que preside Fernández Mañueco refuerza su apuesta por la formación específica dirigida a mujeres que viven en el medio rural, para que puedan emprender allí, crear empleo y, sobre todo, ayudar a fijar población en los pueblos.

Así, en la localidad zamorana de Villalpando se ha puesto en marcha un curso de Personal Técnico en Ganadería, en el que participan doce mujeres que se formarán durante tres meses, con once semanas teóricas y una práctica en distintas ganaderías, y donde aprenderán, entre otras cosas, a dirigir sus propias explotaciones o a sustituir a las personas que lo son de otras para que puedan conciliar su vida laboral con la familiar.

Además, las mujeres podrán adquirir conocimientos sobre nuevas tecnologías, gestión empresarial, formas jurídicas de la empresa agraria y de servicios y diferentes sistemas de producción y comercialización.

El curso, impulsado por la Escuela Internacional de Industrias Lácteas -Fundación Eilza-, que recibirá de la Junta 140.000 euros para desarrollarlo en dos años, dispone también de un servicio de «coaching» sobre arraigo al medio rural y empoderamiento de la mujer, en el que se pondrá en valor el papel de la mujer como generadora de estabilidad y fijación de la población al territorio.

La consejera de Familia e Igualdad de Oportunidades, Isabel Blanco, acudía hasta Villalpando para inaugurar este curso que, según decía, dará también especial importancia a la integración de las nuevas tecnologías en la gestión del medio rural. De hecho, se incluye en el programa dos módulos específicos sobre herramientas y aplicaciones informáticas de gestión del sector.

Tras el curso, se pondrá en marcha una bolsa de empleo y se dará a las alumnas participantes asesoramiento y una guía de recursos para facilitar su incorporación al mercado laboral.

«Las mujeres son el motor de nuestro mundo rural», destacaba Blanco, mientras recordaba que el 54 por ciento de los emprendedores en el ámbito no urbano son mujeres, y destacaba que estos cursos cubren «un vacío» en la formación.

La tesorera de Eilza, Belén Santos, por su parte, defendía el oficio de agricultor o ganadero y negaba que sea una profesión «esclava».