Una antigua harinera reconvertida en hotel, a precio de ganga en plena Milla de Oro del vino

La localidad vallisoletana de Peñafiel, en pleno corazón de la Ribera de Duero, es uno de los municipios más turísticos de la provincia de Valladolid, gracias al empuje sobre todo del enoturismo y la viticultura, motor económico de esta zona, a lo que hay que añadir el potencial de su medieval castillo que abraza y protege a los peñafielenses en lo alto y en cuyo interior se encuentra el Museo Provincial del Vino de Valladolid, pero también las numerosas bodegas que flanquean la localidad, algunas de ellas emblemáticas e históricas como Protos o Pago de Carraovejas, que forman parte de la conocida como Milla de Oro del Vino.

Peñafiel, uno de los pueblos de la provincia que están más lejanos de la capital Valladolid, concretamente a 55 kilómetros, se encuentra también en el límite de las provincias de Segovia y Burgos, y cuenta también con otros muchos atractivos turísticos, ya sea monumentales, como el convento de San Pablo, donde se encuentra enterrado el Infante Don Juan Manuel, la iglesia de San Miguel de Reoyo, las Casas de la Ribera, del siglo XVI o la medieval Plaza del Coso, en la que se celebran los festejos taurinos de las fiestas de agosto o la tradicional Bajada del Ángel durante el Domingo de Pascua, declarada de Interés Turístico Nacional.

Peñafiel, además del vino, puede presumir también de ser uno de los lugares con más tradición gastronómica en el cordero lechal o lechazo, plato de estrella y emblemático del municipio, que cuenta también con varios asadores de renombre donde se puede dar cuenta de este manjar.

Este municipio, decíamos antes, es de los más visitados en la provincia por estas bondades que ofrece al turista, y eso sin contar que por Peñafiel pasan dos ríos, El Duero y su afluente el Duratón, y que cuenta con una Senda Verde, la del Duero, por la que se puede disfrutar de una jornada más que agradable, y llegar hasta Olivares de Duero si es preciso.

Pero uno de los problemas que tiene Peñafiel es que, a pesar de ser un lugar muy visitado, la mayoría de los que vienen lo hacen para pasar un día o parte de él. Es un hándicap que tiene el pueblo, donde han proliferado los apartamentos turísticos, y casas rurales en el propio municipio y pueblos de alrededor, y mantiene dos hoteles potentes de cuatro estrellas, como son el Hotel Convento Las Claras y el Hotel AF Pesquera, que cubren la demanda existente.

Dos hoteles importantes, que hasta no hace mucho eran tres, con el emblemático Hotel Ribera de Duero, situado en la Avenida Escalona, en la N-122, casi a la salida del pueblo en dirección a Aranda de Duero.

Un hotel de tres estrellas construido en 1996 con mucha ilusión por el empresario Bienvenido San José, un hombre que invirtió en este proyecto todos sus ahorros lo que logró con sus empresas de relojes de oro en Madrid, restaurando lo que fue la fábrica de harina "La Concepción" de principios del siglo XX, que cerró hace tres años más o menos, aunque al final, en el inicio de la pandemia, estaba semiabierto ya, que disponía de 55 habitaciones con calefacción, aire acondicionado, televisión y WIFI pero que ahora no solo está cerrado, sino que, se está cayendo a pedazos.

De hecho, hace un par de meses más o menos el tejado de lo que fue en su día el gran salón del hotel donde se celebraban las bodas y eventos importantes se venía abajo quedando ahora al descubierto y a la intemperie.

Desde hace apenas un mes el Hotel Ribera de Duero se ha puesto a la venta en Inmobiliaria Aguado por el precio de casi un millón de euros, en concreto 999.000 euros, según han confirmado a este periódico. Un alojamiento, cuyo origen fue una fábrica en la que se elaboraba harina y galletas, que en su día fue el más importante del municipio y dio el impulso necesario al pueblo a finales del siglo pasado y principios del actual para crecer y acoger al incipiente turismo relacionado con el vino que empezaba a llegar en masa, que se encuentra pegado al AF Pesquera, otro inmueble que también fue una fábrica harinera.

Este hotel es todo un referente enoturístico gracias a su situación geográfica en plena cuna de la Ribera del Duero. En un entorno privilegiado, con una panorámica espectacular del castillo del siglo IX y cercano a la casi centenaria Bodega Protos.

Se desconoce el dueño de este edificio, aunque probablemente sea un fondo el propietario, mientras que es un banco el que se encarga de él en estos momentos. Un Hotel que en estas casi tres décadas de historia ha pasado por varios manos ya que Bienvenido San José lo llegó a a alquilar hasta en dos ocasiones en los últimos años antes del cierre, una vez que el banco se lo quitó al no poder hacer frente al mismo.

Un hotel cuya situación actual, casi de abandono, preocupa a los vecinos sobremanera tras caerse el tejado del gran salón, ya que temen que pueda venirse abajo alguna zona más con el peligro que ello supone para la gente o las viviendas de alrededor, o porque incluso pueda ser "okupado". De hecho, el estado del Hotel Ribera de Duero ha llegado también a ser debatido por los grupos municipales durante un Pleno del Ayuntamiento de este año.

En el anuncio que la Inmobiliaria Aguado ha colgado en sus redes sociales explica que se trata de un hotel para reformar, con 55 habitaciones y un comedor para banquetes concapacidad para 400 personas, que dispone de comedor para uso diario y cafetería, además de zonas ajardinadas, párking e incluso un pequeño edificio al lado correspondiente a la vieja harinera para rehabilitar también.

999.000 euros es el precio de este Hotel, que fue el más importante en su día de Peñafiel, y, según confirman también en inmobiliaria, ya han recibido también varias llamadas de gente interesada en adquirir este histórico inmueble.