Cultura

La basílica de San Vicente (Ávila) recupera su portada occidental, tras una inversión de 500.000 euros

La intervención, a punto de finalizar, permite conservar y estabilizar elementos deteriorados por capas

Gonzalo Santonja y Carlos García valoran los trabajos de restauración llevados a cabo
Gonzalo Santonja y Carlos García valoran los trabajos de restauración llevados a cabo Jcyl

La portada occidental de la basílica de San Vicente, en Ávila, volverá a lucir en los próximos días tras haber experimentado un importante proceso de restauración para el que se han necesitado seis meses y el uso extendido de láser para tratar la piedra. Una actuación que contó con una inversión de más de medio millón de euros.

La Junta de Castilla y León financió las obras que permiten la conservación y estabilidad de los elementos de la portada de este templo, declarado monumento nacional en 1882. El consejero de Cultura, Turismo y Deporte, Gonzalo Santonja, acudió a visitar las obras de restauración, momento en el que explicó que la fachada “corría riesgo” por las capas que tenía y que habían producido una “alteración profunda en la piedra blanca”.

En esta fachada se cuenta con una mezcla de piedras, de La Colilla y la blanca, que no se veía por las capas que se han tenido que quitar y que “desvirtuaban completamente” este elemento que puede recuperar su “pureza original” para que los abulenses y los visitantes la puedan disfrutar. Fue con una obra “costosa”, pero en la que defendió que se ha hecho una buena inversión del dinero para el «renacer» de esta portada que se encuentra frente a la Muralla de Ávila.

El consejero explicó que su portada occidental queda protegida por el pórtico, algo determinante para su conservación, ya que el tipo de piedra empleado para la elaboración de los trabajos de labra más delicados no habría resistido una exposición directa a la intemperie. “Si a este problema intrínseco de la piedra blanca, se suma el grave problema que presentaba de contaminación por sulfatos, se puede considerar que, de no estar protegida por el nártex, la portada prácticamente habría desaparecido”, destacó.

Asimismo, señaló que la primera impresión que ofrecía la portada era de una conservación relativamente buena, pero “esta falsa impresión se debía a los múltiples revestimientos y patinados aplicados a lo largo del tiempo para encubrir el estado real de la piedra”. En realidad, la piedra presentaba “alteraciones muy graves y extendidas por toda la portada, derivadas de los tratamientos aplicados superficialmente a toda la obra en diferentes reformas y actuaciones”, subrayó.

Sobre la obra realizada, el coordinador de los trabajos, Carlos Sanz, explicó que la actuación se centro en “eliminar las capas aplicadas por encima de la piedra” con una “limpieza” de un elemento que estaba “generando deterioro”. En concreto, había dos tipos de deterioro, uno que se estaba produciendo “poco a poco” y luego estaba “el riesgo de que las dos figuras de la portada se cayeran”, apuntó.

Para evitar estos problemas se hizo una limpieza muy “difícil y profunda” de los contaminantes y se llevó a cabo la consolidación “de lo que estaba a punto de caer”. “En la portada se veían los añadidos, que eran la causa del deterioro” y que había llegado a “entre 25 y 30 milímetros de profundidad”.

Conservación

Los objetivos de la actuación que se está acometiendo por la Junta, a través de la Consejería de Cultura, Turismo y Deporte, radican en lograr la conservación y estabilidad de los elementos originales de esta portada. Para ello, las líneas fundamentales de la intervención consisten en eliminar o minimizar la presencia de contaminantes que están provocando un continuo deterioro de la portada, desalación y consolidación de la piedra, fijación de pequeñas películas desprendidas, adhesión de fragmentos o estabilización estructural de volúmenes con riesgo de desprendimiento y recuperar una lectura coherente de la portada, alterada por la presencia de diferentes revestimientos.

En este sentido, el efecto de la limpieza ha sido esencial, aunque no sea este su objetivo principal.

El trabajo de campo descubrió la labra, tras la eliminación de los recubrimientos superpuestos por medio de técnica láser, resaltando la combinación de color creada por los tipos de piedra empleada y que conforma la imagen final de la portada.

La Diócesis de Ávila, por su parte, se compromete a la instalación de un sistema anti aves para proteger la fachada una vez restaurada. Se manifiesta con ello el compromiso de la Consejería en la búsqueda de fórmulas de gestión para el patrimonio cultural, considerando la responsabilidad de todos frente a la necesidad de cuidar nuestros bienes desde una óptica moderna y de sostenibilidad en la intervención pública.

Visión integral

El consejero de Cultura recordó, además, que desde esta visión integral del patrimonio en lo que va de legislatura, la Consejería ha invertido en total diez millones de euros en 45 templos del patrimonio de la Iglesia en la Comunidad. Santonja subrayó el carácter de la cultura en general y del patrimonio en particular, como activos sociales, como soportes de creación de valor en la cadena productiva, y como recursos para el desarrollo y para la generación de empleo.

Durante la visita, el consejero de Cultura también hizo referencia a la iglesia abulense de San Andrés, donde se produjo un derrumbe el pasado mes de mayo. Al respecto, explicó que se ha evitado “el colapso” del templo y que ahora está trabajando la diócesis en la búsqueda de una empresa para hacer las obras.