Carnero anima a los vallisoletanos a acoger los Premios Goya con los brazos abiertos

Valladolid vibra desde días ante la celebración de los Premios Goya este sábado en la Feria de Valladolid han sido muchas las actividades previas organizadas para que los ciudadanos sintieran desde el primer momento que la capital del Pisuerga es una ciudad de cine, como se pone de manifiesto cada año en su Semana Internacional de Cine (Seminci9.

Ante esta cita, la más importante del cine español, que Valladolid tiene el honor de acoger, el alcalde Jesús Julio Carnero ha pedido a los ciudadanos que sientan la “emoción” de la gala de estos galardones.

En un bando municipal, llama a los vallisoletanos a acoger el “excepcional acontecimiento” con los brazos abiertos para ser los mejores anfitriones, además de “presumir de ciudad y de alma vallisoletana cuya esencia es la cultura y la tolerancia”.

En este sentido, el primer edil apuesta por que los vecinos se dejen impresionar por una cita al precisar que “no todos los días se participa y se contribuye a escribir una nueva página de la historia”.

"Lo vallisoletano lleva los apellidos de cultura y tolerancia y está rebosante de universalidad y modernidad", afirma el regidor, para quien esto es lo primero que conocerán todos los invitados asistentes a la entrega de los Premios Goya, organizados por la Academia de Cine.

El bando municipal recuerda asimismo que la crónica vallisoletana, pasada y reciente, es la suma de grandes y pequeños hitos “estrechamente vinculados” con el arte, la ciencia, la historia, la música, la literatura, el folklore, las manifestaciones de religiosidad popular, la filología, el teatro, el cine o la gastronomía.

“Nuestro devenir cultural ha modelado una personalidad vallisoletana decididamente sensible a lo trascendente, lo importante, lo integrador, lo heterodoxo y lo innovador, todo ello tejido con un hilo fundamental y que ha definido y afianzado nuestra esencia ciudadana: el hilo de la tolerancia. Tolerancia perfectamente cimentada y cultivada desde mediados del siglo XVI", señala Carnero.

Al respecto, al alcalde se refería a cuando Valladolid fue testigo directo del nacimiento de la defensa de los derechos humanos, siendo escenario de la ‘Controversia’ teológica que concluyó con el reconocimiento de la condición humana de los indígenas habitantes del Nuevo Continente, "la misma tolerancia -afirma- a la que Miguel Delibes apelara de forma tan contundente y espléndida en ‘El hereje’; su incontestable canto a la libertad de conciencia, que forma ya parte del ideario de todos nosotros los pucelanos”.