Cultura

De Eliot a Tolkien, una escuela de vida

"Mariano Fazio muestra cómo, los primeros nombres de la literatura universal, ayudan a redescubrir el sentido de la existencia, a desenmascarar la trapacería y a encontrarse con el corazón humano"

Mariano Fazio, autor de "Libertad para amar a través de los clásicos"
Mariano Faziolarazon

Nuevamente una bocanada ilusionante de aire fresco en la República de las letras. Al igual que en sus anteriores libros, Mariano Fazio muestra cómo, los primeros nombres de la literatura universal, ayudan a redescubrir el sentido de la existencia, a desenmascarar la trapacería y a encontrarse con el corazón humano que, más allá de camelancias y mamandurrias puntuales, es siempre el mismo, con sus certezas y fingimientos. Shakespeare, Scott, Austen, George Eliot, Tolkien y otros clásicos ingleses, tienen suculentos pensares y sentires que aportar a la mujer y al hombre de hoy, tanto sobre la vida, el amor y la muerte, como sobre las verdades eternas que sostienen la existencia.

A la manera de nuestros clásicos del Siglo de oro, que son pura sabiduría, los clásicos ingleses tampoco pasan de moda. El argentino Mariano Fazio, uno de los escritores más reconocidos del mundo hispano, conocedor de esas realidades universales que hacen palpitar la vida, nos sorprende, una vez más, con su serenidad y alegre simpatía, a través de un relato para disfrutar, desbordante de entendimiento e intuición.

Editada por Rialp, sensible a cualquier atisbo de pensamiento que muestre la riqueza que se esconde en las entrañables cosas habituales, la obra sólo podía tener un título: ‘Clásicos Británicos’. Mariano Fazio acierta, de nuevo, al acercar a estos gigantes de las letras al lector no especializado, con voluntad de ir más allá de lo académico, tal y como ya hizo anteriormente con los clásicos rusos, los españoles, o los italianos.

Fazio, como buen cervantino, sabe que los más influyentes escritores occidentales _cristianos o no_ y muchos novelistas y poetas actuales, son tan valiosos para nuestras vidas como cualquier sobresaliente filósofo o científico. El mejor libro, advierte Marcel Proust, es siempre aquél que plantea problemas morales y los deja sin resolver, para que sea el criterio del lector quien tenga la última palabra.

Es justamente lo que hace el autor de ‘Historia de las ideas contemporáneas’, ‘Libertad para amar’ y ‘Contracorriente hacia la libertad’, entre otras obras necesarias. Recuerda Fazio que, mientras estaba escribiendo estas páginas_comenzadas en Buenos Aires y, terminadas en Roma, después de años rebañando el tiempo de donde no lo había_, tuvo dos encuentros que le confirmarían lo provechoso de leer a los clásicos.

El primero, sucedió cuando bautizó a un joven universitario chino. Al preguntarle sobre su camino hacia la Iglesia Católica, éste le contó que todo había empezado con la lectura de Robinson Crusoe, tras recomendárselo en la escuela, por ser un interesante ejemplo aventurero del capitalismo.

Pero resultó que sería allí donde hallaría las ansias de plenitud que buscaba su corazón. La segunda historia acaece, también, en Oriente. En este caso, en Vietnam, donde un joven se adentra en ‘Los Miserables’, de Víctor Hugo y es seducido por la autenticidad que anhela.

Mariano Fazio, en fin, vuelve a ofrecernos, lejos de cualquier buenismo, un relato esperanzado, que no ahorra el conflicto y el misterio de la existencia humana y sus adicciones, pero que sorprende por su sabor de lo invisible.