Ganadería

La Enfermedad Hemorrágica Epizoótica afecta ya a 152 animales en Zamora, donde 12 han muerto

Representantes de la Junta se reúnen con las organizaciones de ganaderos para analizar la situación en la provincia

La delegada territorial de la Junta, Leticia García, acompañada de la jefa del Servicio Territorial de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural, Rosa Alonso, y el jefe de la Sección de Sanidad Animal, José Emilio Yanes, se reúnen con los ganaderos
La delegada territorial de la Junta, Leticia García, acompañada de la jefa del Servicio Territorial de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural, Rosa Alonso, y el jefe de la Sección de Sanidad Animal, José Emilio Yanes, se reúnen con los ganaderosJcylJcyl

La delegada territorial de la Junta, Leticia García, acompañada de la jefa del Servicio Territorial de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural, Rosa Alonso, y el jefe de la Sección de Sanidad Animal, José Emilio Yanes, se reunieron con los representantes de las organizaciones agrarias representativas y ganaderos cuyas explotaciones están afectadas por la Enfermedad Hemorrágica Epizoótica (EHE).

En la reunión se expusieron las cifras disponibles relativas a la provincia de Zamora, con los controles contrastados que se han realizado hasta el momento, que abarcan 1.000 animales bovinos pertenecientes a ocho explotaciones, en su mayor parte de las comarcas de Sayago y Bajo Duero, de los que 152 presentan síntomas claros de la enfermedad y 12 han muerto.

La delegada territorial acordó que todas las medidas que se adopten en esta materia además de ajustarse a la normativa europea que siempre es de aplicación en materia de sanidad animal, también dependen de las instrucciones del Ministerio de Agricultura, así como de aquellas que se ordenen por parte de los servicios centrales de la Consejería de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural.

Esta enfermedad, indicaron desde la Junta, “no supone problema en el movimiento o consumo de los productos animales, de modo que se puede consumir o comerciar con su carne, leche o piel sin que suponga ningún menoscabo a la excelente calidad de los productos derivados del ganado vacuno en Zamora”.

Leticia García recordó igualmente que los servicios veterinarios oficiales están trabajando desde hace semanas en esta cuestión, de modo que las primeras muestras de sangre para realizar el diagnóstico se obtuvieron el 11 de agosto. Desde entonces, ocho ganaderos se han puesto en contacto con sus respectivas unidades veterinarias, y los profesionales han ido haciendo su trabajo, que a día de hoy se resumen en las cifras anteriormente aportadas.

Igualmente reseñó que la EHE es una enfermedad de declaración obligatoria, que debe ser comunicada a los servicios veterinarios oficiales en el plazo de 24 horas, y que además de por el cumplimiento de la normativa es conveniente realizar la comunicación para permitir un mejor conocimiento de la enfermedad para poder tomar las medidas necesarias.

En el día de ayer se recibió comunicaciones de otras 40 explotaciones situadas en las mismas comarcas, en algunas de las cuales ya se ha empezado a estudiar la evolución de la enfermedad, para contrastar los datos obtenidos con los conocimientos disponibles hasta ahora.

A la vista de la experiencia existente y para agilizar el conteo de los animales afectados se acordó por parte de la Junta de Castilla y León que en lo sucesivo, en las unidades veterinarias en las que ya hay declaración oficial de focos y, por tanto, se haya confirmado la circulación del virus causante de la enfermedad en los laboratorios oficiales de referencia, “no será necesaria la toma de nuevas muestras de sangre en explotaciones con sospecha de EHE”.

En cuanto al manejo del ganado en explotaciones afectadas, por parte de la delegada se puso en valor el buen hacer tanto de los ganaderos zamoranos como de los veterinarios. Se recordó que actualmente no existen vacunas autorizadas en la UE frente a esta enfermedad. Una de las medidas que se recomienda para el control de la enfermedad consiste en el empleo de insecticidas y repelentes autorizados para controlar al mosquito que actúa como vector de transmisión. También se recomienda en la medida de lo posible facilitar el acceso a agua y comida por parte de los animales, y por último el tratamiento de los síntomas con los medicamentos necesarios, entre los que, salvo que haya otra prescripción veterinaria en contra, no se encuentran los antibióticos.