
Cultura
Nostra et Mundi localiza más de 300 obras castellanas y leonesas en colecciones de todo el mundo
Entre las últimas incorporaciones destaca una pintura identificada en el Museo de Cincinnati, procedente de la iglesia parroquial de Cantalpino (Salamanca).

La iniciativa cultural Nostra et Mundi, impulsada por la Fundación de Castilla y León, ha alcanzado un nuevo hito al superar las 300 obras catalogadas en su plataforma digital. El proyecto busca localizar y documentar el patrimonio artístico de la Comunidad que, por distintos motivos históricos, se encuentra hoy disperso en colecciones y museos de todo el mundo.
Entre las últimas incorporaciones destaca la identificación de una pintura en el Cincinnati Art Museum como parte del antiguo retablo mayor de la iglesia de San Pedro Apóstol en Cantalpino (Salamanca). La obra, atribuida al Maestro Bartolomé, representa la Visita de San Pablo a San Pedro en prisión y fue realizada en colaboración con Fernando Gallego. Ambos artistas trabajaron también en el retablo mayor de la catedral de Ciudad Rodrigo, cuyas piezas hoy están repartidas por Estados Unidos.
Este hallazgo ha permitido reconstruir el itinerario que siguió la pintura: desde Cantalpino pasó por el anticuario madrileño Juan Lafora, fue fotografiada por el archivo Moreno, y más tarde vendida por Josep Gudiol en el mercado internacional, hasta acabar en la colección permanente del museo de Cincinnati. La investigación ha sido
llevada a cabo por Fernando Gutiérrez Baños y María José Martínez Ruiz, profesores de Historia del Arte de la Universidad de Valladolid, a partir de fuentes como el Catálogo Monumental de Salamanca de Manuel Gómez-Moreno y documentación del IPCE, el CSIC o el Arxiu Mas de Barcelona.
“Nos interesa mostrar cuáles son estas obras, de dónde proceden, pero también, siempre que sea posible, dar a conocer la historia que hay detrás de cada una de ellas; en definitiva, conocer las circunstancias que motivan su presencia actual en contextos tan alejados de su emplazamiento original”, explica María José Martínez Ruiz, coordinadora académica del proyecto. “Se trata de ofrecer una visión completa y documentada del patrimonio disperso, con criterios que permitan su estudio y comprensión desde una perspectiva tanto científica como divulgativa”, señala.
El caso de esta tabla permite además seguir la doble trayectoria de Josep Gudiol i Ricart (1904–1985), destacado historiador del arte medieval y, a la vez, figura clave en el comercio internacional de arte religioso español del siglo XX. En el catálogo de Nostra et Mundi ya figuran otras piezas vinculadas a su actividad, como la cabeza de San Cristóbal de Sahagún (León) hoy en Rhode Island, fragmentos de San Pedro de Arlanza presentes en el MET de Nueva York y Harvard, o el monumento funerario de Sancho Ruiz Carrillo (Burgos), también en Cincinnati.
“El patrimonio cultural de Castilla y León tiene una calidad extraordinaria, hasta el punto de que está presente en algunos de los museos más prestigiosos del mundo. Con este proyecto queremos que sea reconocido por la comunidad que le dio origen y potenciar, a partir de él, la marca Castilla y León”, destaca Juan Zapatero Gómez Pallete, director de la Fundación de Castilla y León.
Nostra et Mundi cuenta con el respaldo de instituciones como la Universidad de Valladolid, la Universidad de Burgos, la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando o Patrimonio Global, y continúa ampliando su red de colaboración. Además, fomenta la participación ciudadana con un foro digital para aportar datos o recuerdos sobre obras dispersas, y organiza conferencias y jornadas en distintas ciudades de la Comunidad.
Con más de 300 obras ya localizadas y documentadas, y con un catálogo en constante crecimiento, Nostra et Mundi se consolida como una herramienta clave para la recuperación simbólica de un legado patrimonial disperso, que forma parte esencial de la memoria colectiva de Castilla y León.
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